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«He vivido mi vida al máximo de mis habilidades, pero no he logrado escapar del destino, la ira o el dolor.»
―Ezio Auditore[fte]

Ezio Auditore da Firenze (1459 - 1524) fue El Profeta y el Mentor de la Orden de los Asesinos de la Italia Renacentista entre 1503 y 1513. Además, es contemporaneo de grandes figuras históricas como Nicolás Maquiavelo y Leonardo da Vinci. También es ancestro de Clay Kaczmarek y de William y Desmond Miles.[3]

Nacido y criado como noble de la República de Florencia en su etapa más próspera, Ezio no llegó a saber de su herencia correspondiente a los Asesinos hasta que, con 17 años, presenció la ejecución con cargos falsos de su padre, Giovanni, y de sus hermanos Federico y Petruccio. Forzado al exilio junto a su hermana y su madre, se refugió en Villa Auditore, en el pequeño pueblo de Monteriggioni, junto a su tío Mario.[3]

Aunque reacio a aceptar las afiliaciones secretas de su familia, Ezio comenzó un viaje para intentar vengar a su padre y sus hermanos asesinando a los culpables de sus ejecuciones, los Templarios italianos. Esto le llevó a estar presente en grandes momentos históricos como la conspiración de los Pazzi y la Hoguera de las Vanidades. Ezio además consiguió reunir todas las páginas del Códice de Altaïr Ibn-La'Ahad, que llevaba dispersado más de un siglo. Ezio completó su venganza tras derrotar al Gran Maestro templario y entonces papa Rodrigo Borgia en 1499. También entro en contacto con la Isu Minerva, que le usó para transmitir un mensaje a su descendiente Desmond Miles, que estaba reviviendo las memorias de Ezio a través del Animus seis siglos después.[3]

En 1500, tras un asedio a Monteriggioni provocado por el hijo de Rodrigo, César, que provocaría la muerte de su tío, Ezio se desplazó a Roma, donde comenzó un proceso de liberación para erradicar toda la infleuncia de la Casa de Borgia en la ciudad. Durante esta guerra, Ezio asumió el rango de Mentor de la Hermandad italiana y consiguiendo eliminar todo tipo de presencia Borgia en Italia. Ezio viajó posteriormente a Viana, donde consiguió acabar con César en 1507.[4]

En los años siguientes, Ezio realizó un último viaje para descubrir la Biblioteca de Altaïr, llegando a la fortaleza de Masyaf en Siria. Con el fin de descubrir sus secretos, Ezio viajó hasta Constantinopla, controlada por el Imperio otomano, dónde se encontraban las llaves de la biblioteca. Allí, ayudo a la Hermandad otomana a luchar contra los Templarios bizantinos, los últimos restos de un imperio derrotado por los otomanos. Tras abrir la biblioteca y haber dedicado gran parte de su vida al crecimiento de la Orden, Ezio se retiró de su vida como Asesino y pasó los últimos años de su vida en su Florencia natal con su mujer, Sofía Sartor.[5][1]

Biografía

Primeros años

«…es competitivo, necio y de duras palabras, pero es tan apasionado que es muy difícil culparlo por algo…»
María Auditore da Firenze, hablando de su hijo en su diario[fte]
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Nacimiento de Ezio

Ezio nació en Florencia el 24 de junio de 1459 dentro de la familia Auditore, siendo el segundo hijo de Maria y Auditore. Aunque Ezio parecía haber nacido muerto, unas palabras de aliento de su padre hicieron que el joven Auditore llorara.[3]

Hasta los 17 años, Ezio vivió una vida de comodidad y lujos siendo miembro de la nobleza florentina junto a sus hermanos: su hermano mayor Federico, su hermana menor Claudia y su hermano pequeño Petruccio. Aprendió de Giovanni Tornabuoni el oficio de banquero por el que su familia era reconocida,[6] desconociendo las actividades clandestinas que su padre tenía con la Orden de los Asesinos. En 1473, la familia se desplazó a vivir en el Palacio Auditore, edificio construido por Giovanni.[7]

Cortejando a Cristina

En 1476, Ezio se encontró con la joven Cristina Vespucio un día en el mercado. Federico, que se encontraba con él, le convenció para presentarse ante ella. Por desgracia, Ezio no consiguió impresionarla y esta le ignoró. A pesar de ello, Ezio siguió a Cristina a casa, donde la esperaba Vieri de Pazzi.[8]

Cristina rechazó varias veces a Vieri, pero el joven Pazzi la ignoró y estaba dispuesto a abusar de ella si no fuera por la intervención de Ezio, que le dio una paliza a Vieri. Vieri juró venganza y huyo. Cristina se presentó a Ezio y le dio un beso, afirmando que se había ganado una segunda oportunidad. Así, surgió una relación entre Ezio y Cristina.[8]

Pelea en Ponte Vecchio

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Ezio recibe la cicatriz en el labio

El 26 de diciembre de 1476, Ezio y sus amigos pelearon contra Vieri y su banda en el Puente Viejo. Después de insultarse el uno al otro, Vieri arrojó una piedra que impactó en la cara de Ezio, dejándole una cicatriz en el labio que permanecería el resto de su vida.[9]

Ezio derrotó a varios miembros de la banda de Pazzi, pero Vieri huyó antes de que Ezio pudiera hacerle nada. Aunque Ezio estaba dispuesto a seguirle, Federico le detuvo y le recomendó visitar a un doctor. Después de robar a varios de los matones de Vieri, los dos hermanos se dirigieron a través de los tejados en busca de un doctor.[9]

Mientras el doctor curaba a Ezio,[10] una iglesia cercana llamó la atención de los hermanos, por lo que decidieron echar una carrera hasta lo alto del campanario. Ezio ganó la carrera y los dos hermanos se dirigieron a lo alto del campanario, desde donde observaron la ciudad por la noche y expresaron gratitud por la vida que estaban llevando.[11] Desde el campanario, Ezio vio la ventana de Cristina, que se encontraba abierta, y decidió hacerle una visita, por lo que se dirigió hasta la casa de Cristina para pasar la noche con ella.[12]

A la mañana siguiente, Ezio fue descubierto por el padre de Cristina, lo que le obligó a huir de un grupo de guardias. Tras huir, Ezio se reunió con su padre en el Palacio Auditore, donde Giovanni le dio una reprimenda, aunque admitió que ese aspecto de Ezio le recordaba a su juventud.[12] Giovanni pidió entones a Ezio que entregara una carta a Lorenzo de Medici en la que acusaba a Francesco de Pazzi de estar involucrado en el asesinato del duque Galeazzo María Sforza de Milán. Por desgracia, Lorenzo no estaba en casa, por lo que tuvo que entregar la carta a uno de sus sirvientes.[13]

Al día siguiente, Ezio realizó un par de recados más, recolectando unas plumas para Petruccio,[14], dándole una paliza al exnovio de Claudia, Duccio de Luca, que había estado hablando mal de su hermana[15] y acompañando a Maria a por las pinturas que un artista bajo su mecenazgo llamado Leonardo da Vinci había realizado. Ezio y Leonardo fraternizaron bien y tuvieron una amistad que duró el resto de sus vidas.[16]

Tras esto, Ezio fue llamado por Giovanni, que le pidió llevar dos cartas a contactos de la ciudad y recuperar una tercera carta de un palomar. Ezio entregó las dos cartas, aunque se quedó extrañado por las reacciones de los destinatarios. Al sacar la nota del palomar, Ezio vio como varios guardas corrían por las calles de Florencia.[17]

Ejecución de los Auditore

«¡Tú eres el traidor, Uberto! ¡Eres uno de ellos! Puede que hoy nos quites la vida, pero a cambio nos llevaremos la tuya. ¡Lo juro!»
―Últimas palabras de Giovanni antes de ser ejecutado, 29 de diciembre de 1476.[fte]

De vuelta al Palacio Auditore, Ezio encontró la casa completamente patas arriba. Su padre y sus hermanos mayores habían desaparecido y su hermana y su madre se habían escondido. La criada, Annetta, no reconociendo a Ezio en un primer momento, le golpeó. Tras darse cuenta del error, le informó que los guardias de la ciudad se habían llevado al resto de hombres de la familia al Palacio de la Señoría. Decidido a averiguar lo que estaba pasando, Ezio se dirigió hacía allí, intentando evitar a todos los guardas de la ciudad, pues también le buscaban a él.[18]

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Ezio descubriendo el equipamiento de su padre

Trepando el palacio, Ezio llego a la ventana de la celda, dónde se encontró con su padre. Giovanni mandó a Ezio a encontrar un baúl oculto en su oficina, coger todo lo que hubiera dentro y darle una carta sellada a Uberto Alberti, gonfaloniero de Florencia y amigo cercano de los Auditore.[18] Ezio volvió al palacio, donde encontró la túnica de Asesino de su padre, una espada, una hoja oculta rota, una página codificada y la carta sellada.[19]

Ezio llevo los documentos a Uberto, que afirmó que todo era fruto de un malentendido y que a la mañana siguiente serían liberados. Ezio vio a un hombre encapuchado dentro de la casa de Uberto, pero desconocía quién era. Ezio se marchó y pasó la noche en casa de Cristina.[19][20]

A la mañana siguiente, 29 de diciembre de 1476, Ezio se dirigió a la Plaza de la Señoría con la intención de ver la absolución de su familia. Sin embargo, lo que presenció fue la ejecución de su padre y sus hermanos a manos del hombre encapuchado y de Uberto, que negaba haber recibido ningún documento que pudiera indultarles de un crimen de traición. Los tres fueron ahorcados, con Ezio presenciándolo todo y jurando matar a Uberto. Pero el joven Auditore tuvo que retirarse después de que la guardia florentina se le echara encima.[21]

Una vez escapó de la guardia, Ezio se encontró con Annetta, que le informó que había llevado a su madre y hermana a un burdel regentado por su hermana.[22]

Venganza contra Uberto

«¡Los Auditore no han muerto! Yo sigo aquí. ¡Yo! ¡Ezio! ¡Ezio Auditore!»
―Ezio tras asesinar a Uberto Alberti, 31 de diciembre de 1476[fte]

En el burdel, Ezio se encontró con Paola, la hermana de Annetta, que le enseñó como sobrevivir en las calles robando y mezclándose en las multitudes.[22] Además dirigió a Ezio hacia Leonardo da Vinci con la esperanza de que pudiera reparar la hoja oculta de Giovanni.[23]

Ezio se encontró con Cristina, que ya sabía de la ejecución de su familia, esa misma noche. Juntos, consiguieron evitar que los cuerpos de su padre y sus hermanos fueran tirados al río Arno y les proporcionaron un entierro digno. Ezio ofreció a Cristina fugarse con él de Florencia, pero se negó por las obligaciones con su familia. Respetando su decisión, Ezio le entregó su collar como recuerdo y se marchó tras darle un beso.[24]

A la mañana siguiente, Ezio se dirigió al taller de Leonardo. Una vez allí, Leonardo consiguió reparar la hoja oculta gracias a la página encriptada que Ezio había conseguido del baúl de su padre. La reunión fue interrumpida cuando un guarda, buscando a Ezio, llamó a la puerta del taller. Leonardo salió del taller y, tras no revelar información de la localización de Ezio, comenzó a ser golpeado por el guarda. Ezio se dio cuenta de esto y asesinó al guarda por la espalda con la recién reparada hoja oculta.[23]

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Ezio apuñala a Uberto

Ezio se dirigió entonces a asesinar a Uberto, que se encontraba en el patio de la Basílica de la Santa Cruz en la exposición de las últimas obras de Andrea del Verrocchio. Ezio se infiltró en la exposición y esperó pacientemente una oportunidad. Después de oír tanto a Uberto como al resto de nobles hablar de manera insultante de su familia, salió de entre la multitud y apuñaló a Uberto varias veces en el pecho con su hoja oculta, proclamando que los Auditore seguían vivos. Ezio recuperó del cuerpo los documentos que le entregó hace unas noches y una carta para su mujer.[25] Ezio, decidido a no rebajarse al nivel de Uberto, se encargó de hacer que esa carta llegará a su esposa.[20]

Exilio de Florencia

Claudia: «¿Cómo nos ha pasado esto?»
Ezio: «No lo sé.»
— Ezio y Claudia dialogan mientras se marchan de Florencia, 1477[fte.]
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Mario lanza una espada a Ezio

Tras el asesinato, Ezio se convirtió en el hombre más buscado de Florencia, por lo qu se vio obligado a abandonar la ciudad con su madre y hermana. Con la intención de marcharse a España, la familia se dirigió antes a Monteriggioni, donde el hermano de Giovanni, Mario, tenía una villa.[26] Cerca de la villa, Ezio y sus acompañantes fueron asaltados por Vieri de Pazzi y sus matones, pero fue salvado por Mario y sus mercenarios.[27]

Mario intentó introducir a Ezio a los Asesinos, enseñándole a manejarse con la espada y mostrándole la afiliación de sus antepasados a la orden. Sin embargo, Ezio se negó a seguir la lucha de sus antepasados, siendo su único deseo viajar hasta España para huir de lo sucedido. Enfadado, Mario se marchó hacia San Gimignano donde Vieri fue localizado para evitar más ataques de los Pazzi. Ezio, con remordimientos sabiendo que los ataques estaban provocados por él, se dirigió hacia San Gimignano para ayudar a su tío.[28]

Honrando el legado

Ezio llegó a las afueras de la ciudad, donde Mario y sus mercenarios se preparaban para un asalto esa misma noche. Decidió unirse a ellos y esa noche los mercenarios invadieron San Gimignano. Después de presenciar una reunión entre el encapuchado, conocido como El Español, y los Pazzi acerca de planes en Florencia, Ezio fijó sus ojos en Vieri. Mientras los mercenarios atacaban a los matones de Vieri, Ezio luchó con el joven Pazzi, asesinándole.[29]

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Ezio asesina a Vieri

Ezio intentó que Vieri confesara, pero fue en vano. Enfadado, comenzó a insultar y a zarandear el cadáver de Vieri hasta que fue detenido por su tío, que le obligó a mostrar respeto. En el cuerpo de Vieri, encontró una página codificada similar a la que había recuperado del cofre de su padre y una carta de Giovanni Giocondo para el padre de Vieri, Francesco de Pazzi.[29]

De vuelta a Monteriggioni, Mario le contó a Ezio que el hombre conocido como El Español era Rodrigo Borgia, Gran Maestro de la Orden italiana. Ezio decidió entonces dar caza a todos los Templarios culpables de la muerte de su familia, empezando su camino en Florencia para detener los planes que los Pazzi estaban llevando a cabo.[30]

Antes de marcharse a Florencia, Mario le reveló una pared en la oficina de Villa Auditore donde yacían varias páginas encriptadas similares a las que obtuvo de Vieri y del cofre de su padre. Mario le contó que se trataban de las páginas de un códice que escribió Altaïr Ibn-La'Ahad, un Mentor Asesino que dos siglos antes consiguió un Fruto del Edén y que gracias a él obtuvo gran información de los Isu. Ezio se propuso entonces encontrar todas las páginas y dárselas a Leonardo da Vinci para que las descifrara.[30]

Además, Ezio comenzó a renovar Monteriggioni con la ayuda de su hermana, que se hizo contable. Mario también le mostró a su sobrino el Santuario, una cámara secreta que conmemoraba a algunos de los Asesinos más importantes de la historia. Sellada tras una puerta estaba la Armadura de Altaïr Ibn-La'Ahad, traída hasta allí por el patriarca de los Auditore, Domenico. Mario le explicó que había escuchado historias de tumbas de Asesinos en las que estaban los sellos necesarios para abrir la puerta.[30]

La conspiración de los Pazzi

Ezio: «¿Tú la amas?»
Manfredo: «¿Cómo?»
Ezio: «¡A Cristina! ¡La mujer con la que te vas a casar!»
Manfredo: «¡Si, si, la quiero! ¡Matame aquí y aun así seguiré amandola!»
―Encuentro entre Ezio y Manfredo, abril de 1478 [fuente]
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Ezio visitando a Cristina

Amor perdido

Tras la muerte de Vieri, Ezio volvió a Florencia en abril de 1478 para conocer más acerca de la conspiración contra la Casa de Medici. Sin embargo, Ezio se detuvo antes a visitar a Cristina. Sorprendida, le dijo que ya se había prometido, pues no sabía si volvería a ver al joven Auditore. El grito de una mujer interrumpió su conversación, afirmando que Manfredo había tenido problemas con el juego y que le estaban llevando a un puente en construcción. Cristina le explicó a Ezio que Manfredo era su prometido y Ezio se marchó a ayudarle. Tras salvarle de los matones, Ezio amenazó a Manfredo con arrojarle al Arno si no paraba de apostar y no la cuidaba, a lo que Manfredo accedió.[31]

Ezio se reencontró con Cristina y la besó. Sin embargo, Ezio se marchó prometiendo a Cristina que Manfredo sería un buen marido para ella, lo que dejo a Cristina sorprendida, ya que esperaba que él encontrara una manera de estar juntos.[31][32]

Los secretos de Santa Maria Novella

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Ezio pide ayuda a La Volpe

Tras su encuentro con Cristina, Ezio se dirigió al taller de Leonardo. Allí, sorprendido por el reencuentro con su mejor amigo, Leonardo descifró otra página del códice y le construyó una segunda hoja oculta. Además, Ezio aprendió nuevas técnicas para asesinar a sus objetivos. Leonardo le dirigió además a buscar información de los Pazzi de La Volpe, un ladrón que trabajaba en el Mercado Viejo.[33] Una vez en el mercado, un ladrón le robó la cartera y le llevó hasta los tejados, donde se encontró con La Volpe, que sabía que Ezio necesitaba su ayuda.[34]

A través de la información que había conseguido, La Volpe sabía que Francesco de Pazzi y otros Templarios se iban a reunir esa misma noche en la Basílica de Santa María Novella. Así, le dirigió a una entrada secreta a la basílica, a través de la cual podía espiar la reunión.[35] Atravesando los pasillos secretos de Santa María Novella, consiguió llegar a una escalera desde donde podía escuchar perfectamente la conversación de los Templarios. Desde ese punto, se enteró de un plan para asesinar a los Medici en la Basílica de Santa María del Fiore la mañana siguiente y poner a un nuevo gobernador bajo la influencia de Rodrigo Borgia. Ezio intento salir de la basílica y se dio cuenta de que en ella se encontraba un sello de Asesino del que su tío le había hablado, el de Darío, obteniendo así la primera llave a la armadura de Altaïr.[36]

El ataque contra los Medici

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Ezio defiende a Lorenzo

Al día siguiente, Ezio llego al Duomo con la idea de detener a los conspiradores, pero falló. Antes de que pudiera hacer nada, Francesco de Pazzi y Bernardo di Bandino Baroncelli asesinaron a Giuliano y Stefano da Bagnone consiguió herir a Lorenzo. Ezio consiguió ahuyentar a los conspiradores y escoltó a Lorenzo hasta el Palacio Medici. Allí, Ezio le reveló a Lorenzo su nombre y Lorenzo mencionó el gran hombre que era su padre.[37] Mientras hablaban, Poliziano, el teniente de Lorenzo, avisó a Ezio de que habían visto a Francesco en la Plaza de la Señoría. Ezio se unió a las tropas de los Medici y acabó asesinando a Francesco. Como elemento intimidatorio, Ezio colgó el cuerpo de Francesco desde lo alto del Palacio de la Señoría. Cuando Jacobo de Pazzi vio el cuerpo, tanto él como el resto de los conspiradores huyeron de Florencia.[38]

Poco después, Ezio se encontró con Lorenzo en el Puente Viejo. Lorenzo le contó a Ezio que, cuando era un niño, casi muere ahogado en el Arno y que de no haber sido por su padre habría muerto ahogado. Fue de ese momento cuando los Auditore y los Medici forjaron una amistad. Ezio aprendió de Leonardo los nombres de todos los conspiradores y recibió además una página del códice de Francesco de Pazzi.[39] Además, con el fin de reforzar la posición de los Medici, Ezio empezó a recibir contratos de asesinato de Lorenzo.

A la caza de los traidores

Ezio volvió al taller de Leonardo, donde el inventor descifró la página del códice y construyó una hoja envenenada que le permitía matar a sus enemigos aún más sigiloso.[40] Tras esto, Ezio volvió a Monteriggioni y se reencontró con su tío. Al mostrarle las páginas traducidas del códice, Mario se dio cuenta de una profecía que hablaba de un elegido que abriría una cámara con dos Fragmentos del Edén. Ezio, aunque intrigado por esta profecía, decidió centrarse en acabar con los conspiradores y se puso a mejorar su técnica con su tío.[41]

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Ezio asesina a Maffei

Un día, Ezio estaba terminando su entrenamiento cuando un mercenario llegó con noticias de los conspiradores. Tanto Jacobo como el resto de supervivientes se habían ocultado en la Toscana, por lo que Ezio se dirigió hacia allí. Así fue como Ezio localizó al primero de los conspiradores, Antonio Maffei, que estaba dando un discurso bíblico desde lo alto de una de las torres de San Gimignano protegido por arqueros que disparaban a civiles. Ezio consiguió llegar a lo alto de la torre y acabo con Maffei, encontrando en su cuerpo una carta para Jacobo.[42]

El año siguiente, el 12 de abril de 1479, encontraron al arzobispo Francesco Salviati atrincherado en su villa de la Toscana. Mientras los mercenarios de Mario realizaban un ataque frontal y distraían a los guardias, Ezio se infiltró y acabó con la vida de Salviati. Antes de morir, Salviati dio una pequeña pista para localizar a Jacobo: solo se reunía con sus hermanos por la noche. [43]

Con la muerte de Maffei y Salviati, Bernardo Baroncelli comenzó a emparanoiarse pensando que él iba a ser el siguiente objetivo de Ezio. Así, el 3 de mayo de 1479, Ezio localizó a Baroncelli en el mercado de San Gimignano y acabó con él. En su último aliento, Bernardo intentó redimirse diciéndole a Ezio que los Templarios se reunían en una iglesia antes de sus encuentros.[44] Por último, Ezio se infiltró en la abadía del Monte Oliveto Maggiore ese mismo año y acabó con el monje Stefano da Bagnone.[45]

En algún punto de 1480, Ezio volvió a Florencia. Allí, se dirigió al Palacio Medici para tener un encuentro con Lorenzo, solamente para encontrarlo lleno de soldados templarios. Ezio acabó con todos los soldados y Lorenzo, como recompensa, le permitió quedarse con una parte del tesoro de los Medici.[46]

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Rodrigo Borgia confronta a Ezio

Con la información obtenida del resto de conspiradores que habían muerto, Ezio consiguió localizar al último: Jacobo de Pazzi. Siguiéndole desde la iglesia de Santa Maria Assunta hasta el Antiguo teatro romano, Ezio consiguió llegar a una reunión Templaria. Allí, Ezio espió la reunión entre Jacobo, Rodrigo Borgia y un Templario y mercante veneciano conocido como Emilio Barbarigo. Al fallar al tomar Florencia de los Medici, además de permitir ser seguido por Ezio, Rodrigo hirió fatalmente a Jacobo, provocándole una muerte lenta. Rodrigo hizo que los guardias capturaran a Ezio, pero este se consiguió liberar. Ezio acabó con todos los guardias de Borgia y puso fin a la agonía de Jacobo. Por desgracia, tanto Emilio como Rodrigo ya se habían marchado.[47]

Venganza en Venecia

Emilio Barbarigo: «Solo es un revés sin importancia. Ese povero scemo de Antonio y sus ladrones...»
Carlo Grimaldi: «¡Olvídate de ellos! Es del Asesino de quien debes preocuparte.»
Emilio Barbarigo: «¿Por qué? ¿Está...? ¿Está en Venecia?»
Carlo Grimaldi: «Lleva aquí varias semanas. ¿Cómo has podido estar tan ciego?»
―Carlo Grimaldi y Emilio Barbarigo hablan antes de la muerte de Emilio, 11 de septiembre de 1485. [fuente]

Viaje hasta la República

Tras acabar con Jacobo, Ezio decidió dirigirse a Florencia a hablar con Lorenzo, informándole de que pese a su éxito en Toscana, su caza debía continuar en Venecia. Antes de dejar Florencia, Lorenzo le entregó la capa de Medici, que le identificada como un aliado de la familia y por tanto inmunidad ante la ley. Ezio decidió pasarse por el taller de Leonardo, pero entonces se enteró de que su amigo se había marchado a Florencia.[48]

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Ezio se encuentra con Leonardo en los Montes Apeninos

Ezio coincidió con Leonardo en los Montes Apeninos, donde el carruaje de Da Vinci se había roto. Ahí fue la primera vez que Ezio vio la máquina voladora de Da Vinci y decidió ir con él hasta Venecia. Acompañando a Leonardo, Ezio se dio cuenta de que los Templarios trataban de emboscarles, por lo que trataron de huir hasta Forlì. Ezio tuvo que bajarse del carruaje y entretener al resto de guaridas para que Ezio pudiera escapa a la ciudad.[49]

Una vez en Romaña, Ezio pidió ayuda para buscar un barco a Venecia a un trío de ciudadanos. Una mujer llamada Amelia le pidió, a cambio de la información, que hiciera una carrera a caballo para derrotar a uno de los dos hombres que la acompañaban. Ezio ganó la carrera y compartió un momento íntimo con Amelia.[50]

Amelia dirigió a Ezio hasta el puerto y allí se reunió con Leonardo. Sin embargo, Ezio no pudo subir al barco porque no tenía un pasaje. Por suerte para Ezio, una mujer se encontraba en un islote cercano varada y decidió ayudarla. Así, conocía a Caterina Sforza, señora de Forli, que le ayudó a conseguir su pasaje a Venecia como muestra de gratitud. Mientras el barco partía, Leonardo trató de advertir a Ezio de que Caterina era una mujer poderosa y peligrosa, lo que no hizo más que despertar más el interés de Ezio en Caterina.[51]

El gremio de ladrones

En Venecia, Ezio y Leonardo recibieron un pequeño tour por la ciudad de mano de Alvise da Vilandino. Sin embargo, el tour se vio interrumpido cuando vieron a guardias venecianos destrozar puestos de mercaderes en nombre de Emilio Barbarigo, que había influenciado sobre la guardia. Ezio también perdió su monedero a manos de una ladrona. Una vez Leonardo se instaló en el nuevo taller, Ezio se dispuso a preparar la caza de su nuevo objetivo.[52]

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Ezio lleva a Rosa con Ugo

Ezio llegó frente al Palacio de la Seda, la residencia de Emilio, pero fue incapaz de encontrar una manera de infiltrarse en la fortaleza. Mientras observaba, un grupo de ladrones intentaron asaltar el palacio, con la misma ladrona que robó el monedero a Ezio intentando trepar la pared. Sus esfuerzos fueron detenidos por una flecha que atravesó la pierna de la joven. Ezio decidió ir en su ayuda y la llevó hasta otro ladrón, Ugo, en un puerto cercano. De camino, la ladrona se presentó como Rosa. Al llegar al puerto, Rosa ya no se podía tener en pie y fue llevada en góndola hasta la base de los ladrones venecianos, con Ezio ofreciendo apoyo desde arriba eliminando a los arqueros cercanos.[53]

Ezio y los ladrones llegaron al gremio, donde Ezio ayudó a Antonio de Magianis a tratar a Rosa. Antonio ya sabía quien era Ezio y que venía a hacer a Venecia, por lo que le citó en su oficina para discutir el tema.[53] En su oficina, Antonio explicó a Ezio que el objetivo de los ladrones era liberar el Distrito de San Polo de las garras de Emilio, pero que no se podían permitir más errores. Así, Ezio comenzó a colaborar con los ladrones para intentar acabar con Emilio Barbarigo.[54] Así, Ezio liberó a varios ladrones capturados,[55] robo uniformes de la guardia para infiltrar a sus aliados,[56], mató a los traidores que ayudaron a Emilio,[57] y mejoró sus habilidades de escalada con ayuda de Rosa.[58][59]

Cambio de poder

Después de cuatro años de colaboración con los ladrones, el grupo puso en marcha su plan para acabar con Emilio la noche del 11 de septiembre de 1485. Ezio acabó con los arqueros que protegían el palacio desde los tejados y fueron remplazados por miembros del gremio. Ezio trepó por el lateral del palacio y espió una conversación entre Emilio y un político conocido como Carlo, que mencionaron una reunión Templaria en los próximos días en Iglesia de Santo Stefano. Carlo abandonó el palacio, momento que Ezio aprovechó para matar a Emilio y sus guardas fueron asesinados por los ladrones. Antonio le contó a Ezio que el político era Carlo Grimaldi, miembro del Consejo de los Diez. Con esta nueva pista, Ezio decidió informarse de su nuevo objetivo.[60]

Tres días después de la muerte de Emilio, Ezio espió una reunión entre Carlo y Silvio Barbarigo, primo de Emilio e inquisidor de Venecia. Siguiéndoles por la ciudad mientras hablaban, vio como se les unia el otro primo de Emilio, Marco Barbarigo, y su guardaespaldas Dante Moro. Poco después se les unió Rodrigo Borgia y fue entonces cuando Ezio se enteró del plan de los Templarios: usar veneno para asesinar al Dogo Giovanni Mocenigo y reemplazarlo por Marco esa misma noche.[61] Dándose la cuenta de la urgencia de actuar, Ezio fue a buscar a Antonio para intentar buscar una manera de entrar en el Palacio Ducal. Sin embargo, el palacio era un lugar inexpugnable, por lo que Antonio comentó que solo los pájaros podían entrar y salir de él. Esto le dio a Ezio una idea.[62]

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Ezio vuela hasta el Palacio Ducal

Ezio se dirigió hasta el taller de Leonardo y le preguntó si la máquina voladora podía funcionar. Leonardo afirmaba que nunca la había probado, por lo que junto a Ezio decidieron probarlo. El ensayo mostró que la máquina podía volar, pero que necesitaría de aire caliente para hacer que la máquina no cayera en picado.[63] Ezio, con la ayuda de los ladrones de Antonio, acabo con guardias repartidos por toda la ciudad y sitúo hogueras para ir hasta el Palacio Ducal.[64] El plan funcionó y Ezio consiguió llegar al Palacio Ducal justo antes de que la maquina quedara destruida completamente. Sin embargo, Ezio llegó tarde, pues el dogo ya había bebido del vino envenenado por Carlo Grimaldi antes de que el Asesino llegara. Ezio consiguió acabar con la vida de Carlo y recuperar una página del códice de su cuerpo,[65] pero la culpa del asesinato recayó sobre él.[66]

Carnaval

Ezio volvió al taller de Leonardo durante el carnaval de 1486 para pedirle ayuda con una página del códice cifrada. Gracias a ella, Leonardo pudo crear un cañón oculto para Ezio, además de proporcionarle una máscara para ocultar su identidad durante el carnaval. Leonardo dirigó a Ezio a La Rosa de la Virtud, un burdel dirigido por la hermana Teodora, dónde se encontraba Antonio.[66] Allí, Ezio comenzó a discutir planes para acabar con el nuevo dogo, Marco Barbarigo, pero la reunión fue interrumpida cuando un cliente asesinó a Lucía, una de las cortesanas de Teodora. Ezio persiguió al asesino y usó su cañón oculto para acabar con su vida.[67]

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La máscara de oro, la entrada a la fiesta de Marco Barbarigo

Ezio volvió al burdel y tras continuar su conversación con Teodora y Antonio, descubrió que la única manera de acabar con Marco era atacándole en el único momento que iba a salir de su palacio: para su discurso en su fiesta privada de carnaval. La única manera de entrar era consiguiendo la máscara de oro, una máscara que permitía a su portador la entrada a la fiesta y que se obtenía ganando cuatro juegos distintos.[68] Así, Ezio participó en los cuatro juegos: ganó una carrera contrarreloj en el distrito de Dorsoduro,[69] ganó una competición de tomar la bandera,[70], consiguió más lazos de las damas del distrito que ningún otro concursante,[71] y consiguió derrotar en combates cuerpo a cuerpo a todos sus oponentes, incluyendo a Dante Moro. Sin embargo, de nada sirvieron todas estas victorias, pues el organizador del torneo, bajo la presión de Silvio Barbarigo, otorgó la máscara a Dante.[72] Ezio volvió a La Rosa de la Virtud, donde tras una charla con Antonio y Teodora, decidió robarle la máscara a Dante para poder entrar a la fiesta.[73]

Antes de que la fiesta comenzara, Leonardo contactó con Ezio y le informó de que Cristina había vuelto a Venecia por el carnaval. Decidido a encontrarse con ella, Ezio usó su máscara para ocultar su identidad y le escribió una carta haciéndose pasar por su marido, citándola en un callejón cercano. Cristina llegó al callejón y ambos comenzaron a besarse apasionadamente. Sin embargo, cuando Cristina se dio cuenta de que Ezio estaba bajo la máscara, se enfureció muchísimo, echándole en cara que no hiciera nada por evitar su matrimonio con Manfredo cuando ella le amaba. Marchándose, Cristina le pidió que nunca volviera a hablar con ella.[32]

Pese a la tristeza por lo sucedido con Cristina, Ezio continuó con su misión y, gracias a la máscara, se infiltró en la fiesta de Marco. Poco después de Ezio, llegó a la fiesta Dante, buscando con los guardias al hombre que le había robado la máscara. Gracias a Teodora y sus cortesanas, Ezio pudo evitar a los guardias el tiempo suficiente para que Marco saliera a dar un discurso desde un barco amarrado cerca de la fiesta. Debido a la imposibilidad de acercarse, Ezio se vio obligado a usar el cañón oculto que Leonardo le había fabricado para acabar con la vida del dogo. Tras su muerte, Ezio se vio obligado a huir y se reunió con Antonio y Teodora en La Rosa de la Virtud, donde Ezio pasó la noche con las cortesanas del burdel.[73]

Asalto al Arsenal

Tres meses después de la muerte del dogo, Ezio se reunió con Antonio en el Palacio de la Seda y se encontró con Agostino Barbarigo, hermano de Marco y nuevo dogo de Venecia que no tenía ningun tipo de vínculo con los Templarios. Los tres hombres discutieron que Silvio Barbarigo, junto a Dante Moro y sus guardas, habían tomado el Arsenal de Venecia con el fin de ejercer presión política sobre el nuevo dogo. Con el fin de dar caza a los dos Templarios, Antonio dirigió a Ezio hacia el condottiero Bartolomeo d'Alviano, enemigo personal de Silvio.[74] Ezio liberó a Bartolomeo y sus hombres de jaulas en las que habían sido encerrados por los hombres de Silvio y les ayudo a volver a su cuartel general.[75][76] Cuando Bartolomeo se enteró de las intenciones de Ezio, se formó una alianza entre los dos para acabar con Silvio y Dante.[76]

Sabiendo que un ataque directo sería un suicidio, Bartolomeo decidió causar disturbios con la ayuda de Ezio por todo el distrito de Castello, forzando a los soldados a salir.[77] Así, posicionando a todos los hombres alrededor del distrito,[77] los mercenarios de Bartolomeo comenzaron a atacar a los guardias de Silvio, provocando que salieran del Arsenal. Incluso Dante Moro se vio obligado a salir y tuvo un pequeño duelo con Bartolomeo y Ezio antes de retirarse al interior del arsenal por orden de Silvio. Silvio y Dante tenían pensado huir en un barco, pero perdieron la oportunidad y se vieron obligados a esperar a que un segundo barco estuviera listo para zarpar. Sin embargo, Ezio fue más rápido y asesinó a ambos antes de que abandonaran la ciudad.[78]

Two birds 8

El barco abandona el arsenal rumbo a Chipre, pero con intenciones desconocidas

Ezio, sorprendido por su intento de huir, trató de hacerles confesar a los Templarios que pretendían. Silvio se negó a hablar y murió, revelando solamente que la presión sobre el dogo era solo una maniobra de distracción. Dante, por el contrario, le reveló que el barco navegaba hacia Chipre, pero no pudo desvelar la misión antes de fallecer. Ezio se retiró, determinado a descubrir que es lo que pretendían los Templarios lo antes posible.[78]


Iniciación en la Orden

«Han pasado diez años desde que vi morir a mi padre y a mis hermanos. Diez años dando caza a los culpables. Ahora estoy cerca del final, pero sin entender por qué ocurrió aquello»
―Ezio habla de su vida como Asesino con Rosa, 1488[fte]

Pasaron dos años hasta que el barco Templario volvió a Venecia, coincidiendo con el 29º cumpleaños de Ezio. Ese día, Rosa le entregó a Ezio un manifiesto con los detalles del retorno del barco. Además, Leonardo le habló de una profecía dentro de las páginas del códice que hablaba de un profeta que se manifestaría cuando el segundo mensaje llegará a la ciudad flotante. Se dio cuenta entonces que el plan de Rodrigo Borgia era encontrar el templo de los Isu, encontrando un segundo Fragmento del Edén para abrirlo.[79]

Al día siguiente, Ezio se coló en el arsenal y consiguió ver como del barco salía un guardia con una caja. Al mismo tiempo, se sorprendió de ver a su tío Mario espiando a los Templarios. Deduciendo que la caja contenía el Fragmento, Ezio siguió al mensajero hasta un cuartel, donde lo asesinó y robó la armadura para infiltrarse.[79] Haciendose pasar por el guarda y con la caja en la mano, Ezio llegó hasta Rodrigo Borgia. Ezio entonces se libró de los demás guardas y comenzó a luchar contra Rodrigo. El Gran Maestro acabó pidiendo refuerzos, momento en el cual a la batalla se unieron Mario Auditore, La Volpe, Antonio de Magianis y Bartolomeo D'Alviano para ayudar a Ezio. Aunque eran menores en número, Ezio y sus aliados consiguieron acabar con todos los guardas e hicieron a Rodrigo huir sin el fruto.[80]

Play along 9

Ezio iniciado en la Hermandad

Ezio trató de perseguir a Rodrigo, pero vio como al grupo se unían Paola y Teodora. Con la llegada de Nicolás Maquiavelo, Ezio aprendió que él era el profeta y que todos los presentes eran Asesinos que habían ayudado a Ezio durante la última década para guiarle hasta que estuviera listo para unirse a la Hermandad. Esa mismo noche, Ezio fue iniciado en los Asesinos. Recibió una marca en su dedo anular de la mano izquierda y realizó un salto de fe.[80]

Batalla de Forlì

Maquiavelo: «En cuanto te fuiste, atacaron de nuevo. ¡Checco Orsi tiene el Fruto!»
Ezio: «¿Qué? ¡No! ¿Y dónde está ahora?»
— Ezio y Maquiavelo, tras el retorno de Ezio a Forlì, 1488[fte.]
Leo work 1

Ezio y sus aliados examninan el Fruto

Poco después de su introducción a la Orden, Ezio se encontró con su tio y con Maquiavelo y viajaron hasta el taller de Leonardo en Venecia, esperando que el artista pudiera contarles algo del extraño artefacto que robaron a Rodrigo. Leonardo examinó el dispositivo, comentando que el metal no parecía hecho de un material existente. Ezio accionó entonces el dispositivo, que comenzó a brillar y proyectar imagenes extrañas, aunque lo desactivó rapidamente. Maquiavelo dijo entonces que lo mejor era llevarlo a la fortaleza de Rocca di Ravaldino, donde estaría protegido por una aliada de los Asesinos, Caterina Sforza. Recordando lo que sucedió hace siete años, Ezio estaba contento de volver a ver a Caterina.[81]

Nicolás y Ezio se encontraron con Caterina, a las afueras de Forlì. Escoltados por los guardias de Caterina, hablaron del Fruto y el hecho de que Caterina asesinara a su marido, Girolamo Riario, por sus afiliaciones Templarias para ser capaz de localizar todas las páginas del códice. Cuando llegaron a la ciudad, se encontraron con una batalla campal entre las fuerzas de la ciudad y la de los hermanos Orsi, Checco y Ludovico, los mercenarios que Caterina contrató para matar a su marido. Dándose cuenta de que los hermanos habían sido contratados por los Templarios para encontrar el mapa de Riario, los Asesinos se dirigieron rápidamente a Rocca di Ravaldino.[81]

Godfather 2

Ezio y Caterina discuten con los Orsi

Dentro de la fortaleza y tras varias hordas de soldados de los Orsi,[82][83] los hermanos se presentaron frente a las puertas, pidiendo un rescate por los hijos de Caterina, Ottaviano y Bianca, a cambio del mapa de las páginas del Códice y el Fruto. Caterina se negó públicamente, pero le pidió a Ezio que fuera a rescatarles. Así, Ezio le entregó el Fruto a Caterina y se dispuso a rescatar a los hijos de Caterina. Primero, rescató a Bianca, que se encontraba en una pequeña aldea a las afueras de Forlì custiodada por unos guardas. Bianca le dirigió hacia su hermano, que se encontraba en lo alto del faro con Ludovico. Ezio trepó hasta lo alto del faro, asesinó a Ludovico y rescató a Ottaviano.[84]

Volviendo a la ciudadela con los niños, Maquiavelo informó a Ezio que los secuestros solo eran una maniobra de distracción para sacar a Ezio del lugar y robar el Fruto. Ezio consiguió encontrar a Checco y asesinarle, pero en su último aliento, el mercenario fue capaz de apuñalarle en el abdomen. Ezio comenzó a perder sangre, provocando que cayera al suelo desfallecido. Antes de desmayarse completamente, fue capaz de ver como un monje con hábito negro y al que le faltaba un dedo recogía el Fruto del suelo y se marchaba, pese a que Ezio intentó evitarlo.[85]

Checcomate 7

Caterina le entrega el mapa del códice a Ezio

Los guardas de Caterina encontraron a Ezio cerca del cuerpo de Checco y lo devolvieron a Forlì, donde Caterina cuidó de él hasta su recuparción. Cuando recuperó la consciencia, Ezio preguntó ansiosamente a Caterina por un monje con hábito negro. Caterina le dirigió a una abadía cercana, donde los monjes llevaban esa prenda, y le entregó a Ezio el mapa de su marido para ayudarle con su búsqueda.[85]

Ezio no encontró al monje, pero salvó al hermano O'Callahan de unos soldados Borgia que le estaban acosando. Al preguntarle por el monje de nueve dedos, O'Callahan le dirigió a la Abadía de San Mercuriale. Allí, los monjes huyeron nada más ver a Ezio, recordándole por ser el asesino del hermano Stefano da Bagnone años atrás. Ezio consiguió atrapar a uno de ellos y le preguntó por el monje que se llevó el Fruto. El monje le dio la identidad: Girolamo Savonarola, pero desconocía su paradero actual. Aun así, el monje le recomendó ir a Florencia, donde Savonarola había estudiado.[20][86]

Intervención en España

Durante los siguientes años, dos cargas pesaban en la mente de Ezio: su venganza incompleta contra Rodrigo Borgia y la pérdida del Fruto. Sin embargo, con los años Ezio se convirtió en más y más devoto a la Orden, dejando de lado sus intereses personales a favor de sus responsabilidades con sus hermanos. Así, Ezio dejó a un lado la vendetta contra Rodrigo y dédico los siguientes once años a la búsqueda del Fruto. Aun así, entre 1488 y 1499, también realizó otras misiones a favor de la Orden, siendo la más relevante su viaje a España.[87]

Visita en Venecia

En 1491, Ezio se encontraba en Venecia cuando un mensajero de Antonio le pidió que se reuniera con él en el gremio de ladrones. Allí, le presentaron a Luis de Santángel, un español que le pidió que actuara como guardaespaldas de un amigo suyo, Cristóbal Colón. Ezio se negó en un principio, pero cambió de idea al oír que Colón se iba a encontrar con un asociado conocido como "El Español". Ezio, decidido a encontrar a Rodrigo, decidió aceptar la misión.[88]

CoromboEzio

Ezio se encuentra con Cristobal Colón

En el lugar de reunión, Ezio consiguió llegar a tiempo para salvar a Cristobal de un ataque de un soldado de Borgia. Cristobal explicó entonces a Ezio que Rodrigo le había contactado para proveer fondos a su viejo hacia al oeste, pero su conversación fue interrumpida cuando un grupo de soldados de Borgia les descubrieron.[89] Con el fin de slvar la vida del navegante,[89] Ezio decidió actuar como cebo y hacer que los guardias le persigueran, escapando de ellos y volviendo al gremio.[90]

Ezio volvió al gremio, donde se encontró con Antonio. Antonio le dirigió hacia el distrito de los jardines, donde Ezio se encontró con Santángel y Cristobal.[90][91] Como no le conocían personalmente, ni Santángel ni Colón fueron capaces de satisfacer las preguntas de Ezio, pero si consiguieron convencer de realizar otro favor. Los soldados de Borgia querían el atlas de Cristóbal, que contenía las rutas hacia Oriente a través del Océano Atlántico. Ezio, ansioso porque esa información no cayera en las manos de los Templarios, decidió ir a recuperar el atlas.[91]

La posada estaba repleta de soldados de Borgia para cuando Ezio llegó. Aunque fue capaz de infiltrarse a la habitación de Luis y Cristobal, fue visto por un capitán de la guardia tras recoger el atlas, viéndose obligado a escapar por la cripta.[92] La cripta le llevó hasta las afueras de la ciudad, donde escapó de sus perseguidores. Ezio se dirigió al puerto, donde Santángel y Cristóbal se disponían a embarcar para marcharse de Venecia. Antes de que se marcharan, Ezio le comentó a Santángel que la próxima vez que vinieran a Italia tendrían que traer sus propios escoltas, a lo que Luis respondió que lo habrían hecho de no ser porque la Hermandad española de Asesinos había sido fuertemente perseguida por la Inquisición Española de Tomás de Torquemada.[93]

Ezio, sorprendido tanto por el hecho de que Luis conociera a los Asesinos como de que la Hermandad estuviera pasando tantos apuros en España, hizo que Ezio se propusiera ayudar a los Asesinos. Así, Ezio habló con Antonio, que le proporcionó varios contactos allí, y marchó hacia Barcelona.[93]

La Hermandad aragonesa

Acd23

Ezio lucha con un guardia español

Al llegar a Barcelona, Ezio buscó a los dos contactos de Antonio para encontrar el gremio de ladrones de Barcelona, cuartel de los Asesinos aragoneses. Los contactos le dirigieron a la torre más alta en el centro de la ciudad, pero para cuando llegó allí ya era demasiado tarde. El sitio estaba hasta arriba de soldados de la Inquisición y no quedaba ni un Asesino.[94] Acorralado, Ezio no tuvo otra opción que intentar escapar. Tras una larga persecución, Ezio consiguió escapar de los inquisidores por las alcantarillas, donde se encontró con el Asesino Rafael Sánchez.[95]

Rafael había conseguido identificar a Gaspar Martínez, el Inquisidor tras la purga,[95] Por lo que Ezio decidió ir tras Martínez. Sin embargo, Martínez parecía no conocer nada acerca de los Asesinos ni que Ezio era uno de ellos. Ezio dudó de si el hombre le estaba engañando, ya que la purga había sido demasiado sistemática para haber sido una coincidencia. Antes de morir, Martínez le dijo como uno de los hombres capturados estaba a punto de verse involucrado en un auto de fe.[96] Sin perder ni un segundo, Ezio se dirigió a la plaza a salvar al joven Asesino de su muerte.[97]

Del cuerpo de Martínez, Ezio recuperó una lista de seis nombres que Rafael identificó como Asesinos de la ciudad de Zaragoza.[97] Rafael y Ezio viajaron hasta Zaragoza, donde Rafael le instó a Ezio a buscar al calificador de la Inquisición, Pedro Llorente. Ezio llegó al edificio donde el tribunal de Llorente se reunía normalmente y vio como el calificador torturaba a uno de los Asesinos zaragozanos. Poco después, vio como Torquemada llegaba para ejecutar al Asesino, dando gracias a Rodrigo Borgia por informarle de ese grupo de herejes. Así, Ezio descubrió que los Asesinos habían sido destapados por los Templarios.[98]

El hecho de que Ezio no pudiera salvar la vida del Asesino provocó que estuviera más determinado aún en salvar las vidas de los otros cinco. Así, descendió a las catacumbas bajo Zaragoza y liberó a cuatro de los Asesinos apresados por la Inquisición.[99] Sin embargo, esto llamó la atención de Llorente, que reforzó la seguridad en el último de los Asesinos. Sin embargo, esto fue de poco uso, pues Ezio consiguió colarse en el palacio en el que se encontraba encerrado en el último momento.[100] Con todos los Asesinos a salvo y con los descubrimientos informados a Rafael,[100] se dirigió a la catedral para asesinar a Llorente.[101] Sin embargo, antes de acabar con él, Ezio decidió cuestionarle acerca de los Templarios, con Llorente negando su existencia y tildándolos de "cuentos de hadas", al igual que hizo Gaspar Martínez. A pesar de no pertenecer a los Templarios ni saber de su existencia, Llorente era la culpable de la muerte de al menos un Asesino, por lo que Ezio acabó con su vida.[101]

Viaje a Granada

Aunque Torquemada seguía teniendo el poder, Ezio estaba preparado para volver a Italia después de haber ayudado a los Asesinos a recuperarse. Sin embargo, Rafael le imploró que se quedara con él y viajaran a Granada, con el fin de destapar los planes de los Templarios españoles.[102] Ezio accedió y decidió viajar con él hasta Granada. donde eliminaron la presencia templaria en el exterior de la ciudad.[103]

Cerca de la ciudad de Granada, Rafael terminó de contarle a Ezio la historia de la Reconquista y como los reyes Fernando de Aragón e Isabel de Castilla querían conquistar el Reino de Granada, última guarnición de los musulmanes en España, con la esperanza de unificar toda la península ibérica bajo el cristianismo. A pesar de la inminente derrota, el sultán Muhammad XII no estaba dispuesto a ceder la ciudad.

Cuando llegaron a la zona de guerra cerca de Granada, los dos Asesinos se dividieron para acabar con los soldados Templarios que cometían atrocidades en la zona.[103] Además, los Asesinos aprovecharon también para liberar a algunos civiles que estaban siendo atacados por otros guardias.[104] Sin embargo, uno de ellos consiguió engañar a Ezio para dirigirle a una emboscada. El Asesino escapó hasta un anfiteatro romano cercano, siendo rodeado por multitud de espadachines y arqueros. A pesar de ello, Ezio consiguió sobrevivir y fue a reunirse con Rafael en una iglesia cercana.[105]

Rafael ya estaba en la iglesia esperando junto a un viejo conocido de Ezio, Luis de Santángel, que se introdujo a sí mismo como un Asesino. Tanto Luis como Rafael trabajaban para los Reyes Católicos, pero temían que los Templarios estaban también influenciándolos. Además, conocieron datos de un espía que estaba proporcionando información falsa a Muhammad XII para continuar la guerra.[105] Mientras que otro grupo de Asesinos liderado por Benedicto luchaba con el fin de mantener el Reino nazarí de Granada frente al acoso de los cristianos,[106] Luis y Rafael consideraban que lo mejor era acabar la guerra cuanto antes para evitar derramamiento de sangre inocente y tratar de jugar al juego de los Templarios.[105]

Así, Ezio se adentró en el campamento militar de los Españoles y consiguió localizar al espía gracias a una conversación de los planes de los Templarios, asesinándole antes de que pudiera acceder a la Alhambra a través de un pasadizo secreto.[107] Ezio volvió con Luis y Rafael, que con la información obtenida determinaron que el plan de los Templarios era retrasar lo máximo posible el viaje de Colón hacia el Oeste con el fin de que ellos fueran los primeros en dirigirse a posibles nuevas tierras.[108]

Fin del Reino nazarí

Temiendo lo peor, Rafael mandó a Ezio a encontrar al sultán Muhammad XII, usando la misma ruta que el espía pretendía usar para llegar hasta la Alhambra.[108][109] Ezio caminó a través de las catacumbas bajo la ciudad, eliminando Templarios por el camino.[109] Para cuando Ezio salió a la superficie, el asedio se había renaudado y la ciudad se había cerrado completamente.[110]

Infiltrándose en la Alhambra, Ezio consiguió llegar hasta el salón del trono, donde un Templario sujetaba a Muhammad a punta de cuchillo. Asesinando al Templario por detrás, Ezio liberó a Muhammad y consiguió convencer al sultán de rendirse y admitir su derrota.[111] Con la bendición del sultán, Ezio se marchó a abrir las puertas para anunciar la rendición de Granada,[111] pero el sultán no fue capaz de avisar a su ejército, que siguió persiguiéndole incluso cuando trató de abrir las puertas de la ciudad para que entraran los cristianos.[112][113]

Esto provocó que las fuerzas cristianas que entraran, bajo la influencia de los Templarios, decidieran arrasar con toda la ciudad mientras la reina Isabel negociada con Muhammad. Ezio se vio obligado a intervenir una vez más, eliminando a todos los soldados hasta que se restableció el Orden.[114] Esa misma noche, Ezio se reunió con Rafael, que le desveló que el atlas de Cristóbal Colon hablaba de unas nuevas tierras más allá del Océano Atlántico desconocidas aún en Europa.[114]

Guardián de Granada

Con el tratado de Granada, la Inquisición comenzó a juntar civiles con el fin de juzgarlos por herejía. Ezio, ante la imposibilidad de comunicárselo a la reina Isabel debido a su relación con Tomás de Torquemada, tuvo que adentrarse una vez más en Granada para salvar a los ciudadanos.[115] Ezio se dio cuenta de que los civiles estaban siendo asaltados y arrestados arbitrariamente y sin ningún tipo de piedad, por lo que Rafael le pidió que acabara con el inquisidor responsable que Torquemada había enviado. Así, Ezio asesinó al inquisidor local, Juan de Marillo, con el mayor sigilo posible para intentar no provocar represalias contra el pueblo ni contra Muhammad.[116]

Ezio others

Cristóbal, Rafael, Luis y Ezio en Granada

Sin embargo, el final de la guerra no cambió el parecer de la reina Isabela, que siguió negándose a financiar el viaje de Colón al Oeste debido a los problemas económicos del reino. Cristóbal fue llamado entonces a Francia con una oferta por parte del rey Luis XII. Santángel, resignado, decidió financiar la mitad del viaje de Colón para que este no fuera a una posible trampa Templaria en Francia. Así, Ezio salio corriendo para avisar a Cristóbal del cambio de planes y le salvó de una emboscada Templaria.[117]

El contraataque de la Inquisición

Aún después de solucionar los problemas en Granada, Ezio decidió quedarse un tiempo más en España, quedándose en la hacienda de Luis en Zaragoza. En agosto de 1492, Ezio recibió noticias de que Cristóbal ya había partido desde Palos de la Frontera. Tras esta información, Ezio decidió volver a Italia para continuar su búsqueda del Fruto del Edén. Sin embargo, mientras Ezio se despedía de Luis, la hacienda de Luis comenzó a ser atacada por inquisidores con la orden de Torquemada de arrestar a Santángel.[118]

Ezio consiguió liberar el palacio de todos los atacantes, pero tanto él como Luis se dieron cuenta de que los soldados no pretendían arrestar a Luis, sino asesinarle. Dándose cuenta de que esto era una represalia por parte de los Templarios, Ezio se dirigió rápidamente hacia el palacio de Rafael, que asumió que también estaría en peligro. Antes de marcharse, Luis le dio permiso a Ezio para acabar con Torquemada, a pesar de que anteriormente no se lo había permitido por las posibles ramificaciones que se pudieran dar.[118]

A pesar de que el palacio de Rafael estaba lleno de soldados de la inquisición, el Asesino florentino consiguió encontrar a Rafael sano y salvo tras liberar el lugar. Rafael no se opuso al ataque a Torquemada, pero le pidió a Ezio que investigara como de cercano era a los Templarios antes de matarle.[119]

Asesinato de Torquemada

«Torquemada admira a Rodrigo Borgia, pero no creo que él mismo sea un Templario. Tan solo un sicofanta viejo y crédulo. Quizás sea mejor así. Su muerte habría causado más problemas de los que habría resuelto.»
―Ezio Auditore a Luis y Rafael sobre Torquemada, 1492[fte]
EzioTorquemada

Ezio confronta a Torquemada

Ezio decidió no esperar más y se dirigió inmediatamente a la casa de Torquemada, infiltrándose sin ser visto para atacar al Gran Inquisidor.[120] Así, Ezio llegó cara a cara frente a Tomás de Torquemada. Siguiendo los consejos de Rafael, Ezio se reveló a si mismo para dialogar con Torquemada e intentar descubrir su papel en los Templarios. Ezio y Torquemada criticaron los valores morales del otro, con Tomás remarcando la piedad de Rodrigo Borgia. Cuando Ezio finalmente decidió asesinar a Torquemada, el inquisidor bajó una puerta, lo que le permitió escapar.[120]

Ezio volvió con Luis y Rafael, disculpándose por dejar a Tomás de Torquemada con vida. Sin embargo, los argumentos de Torquemada convencieron a Ezio para creer que el Gran Inquisidor no era un Templario, solo un extremista católico manipulado por Rodrigo.[120] Sin embargo, los tres Asesinos se equivocaban, pues Torquemada era el Gran Maestro del rito español de la Orden Templaria y sus afiliaciones eran bien conocidas por el otro grupo de Asesinos liderado por Aguilar de Nerja, en el sur de España.[106]

La Hoguera de las Vanidades

Búsqueda de Savonarola

En algún punto entre lo sucedido en España y la Hoguera de las Vanidades, Ezio consiguió hacerse con todos los sellos de las tumbas de Asesinos, lo que le dio acceso a la armadura de Altaïr. Durante los años siguientes, Ezio dejaría de lado el atuendo clásico que heredó de su padre a favor de llevar esta armadura, hecha de un material indestructible que le protegía más que ninguna otra armadura existente en aquel momento.[3]

Ezio ya se encontraba en Florencia para 1494, con el fin de encontrar el paradero de Savonarola. Allí, se encontro con un monje que escapaba de unos soldados de los Borgia, que preguntaban acerca de "Frutos". Ezio se desplazó hasta la basílica de Santa María Novella, donde vio a un monje parecido a Savonarola siendo molestado por soldados de Borgia. Tras acabar con los guardas, Ezio se dio cuenta de que el hombre no era Girolamo, sino su primo Marcello. Agradecido por el rescate, Marcello le informó de que su primo se encontraba en Venecia.[20]

En Venecia, Ezio contactó con Teodora para intentar averiguar el paradero de Girolamo, pero solo pudo dirigirle a un heraldo que predicaba en su nombre. Sin embargo, el discurso del heraldo fue interrumpido por un joven furioso, que resultó ser Piero de Medici, hijo de Lorenzo, cuyo reinado había sido usurpado por Girolamo. La furia de Piero provocó que los seguidores de Savonarola se revelaran, obligando a Ezio y a Piero a defenderse. Sin embargo, Ezio también descubrió que Girolamo no había salido de Florencia, viendose obligado a volver sobre sus pasos.[20]

Retorno a Florencia

«Todo empezó hace unas semanas. El hombre al que todos aborrecían se convirtió de pronto en el más querido.»
―Maquiavelo comenta la situación de Florencia a Ezio, 1497[fte]
Florentine Fiasco 2

Ezio y Maquiavelo hablan de Savonarola

En 1497, Ezio volvió a Florencia, donde se encontró una situación muy distinta. Grandes hogueras de libros había en la ciudad y muchos arrestos había en nombre de Savonarola. Así, Ezio se encontró con Maquiavelo en el Ponte alle Grazie. Maquiavelo le puso al día con la situación, afirmando que Savonarola había cautivada las mentes de unos pocos florentinos poderosos gracias al Fruto, siendo estos los que se aseguraban de reforzar el poder del monje en la ciudad.[121]

Maquiavelo y Ezio llegaron frente al Palacio Pitti, que Savonarola había estado usando como residencia. Ezio, entendiendo que hacer un ataque frontal era un suicidio, decidió acabar con los tenientes del monje para hacer que el pueblo se enfrentara a él. Maquiavelo, que creía que era un asunto que había caído en sus manos, estuvo de acuerdo con el plan y marchó a contactar con La Volpe y Paola para asegurar que el pueblo se levantara.[121]

Así, Ezio se dispuso a acabar con el poder de Savonarola en la ciudad acabando con los nueve tenientes. Con sus esfuerzos, evitó que un antiguo artista quemara obras de arte en las hogueras,[122], que un capitán de la guardia dejara de tender emboscadas a los disidentes del monje[123] y que un doctor tratara solamente a los partidarios del monje,[124] entre otras actividades que ayudaban a reforzar el poder de Savonarola en la ciudad.[125][126][127][128][129][130]

Años de amor perdidos

Love's Labour 3

Cristina muere en los brazos de Ezio

Mientras Ezio se libraba de los tenientes florentinos, el caos reinaba en la ciudad. Los hombres de Savonarola se dedicaban a asaltar casas para quemar los bienes en las hogueras y atacaban a los nobles locales. Así, Ezio se encontró con Manfredo Soderini de nuevo, aferrándose a la vida después de un ataque de los soldados del monje. Preocupado por Cristina, Ezio preguntó furioso a Manfredo dónde se encontraba. Manfredo, a duras penas, consiguió decirle en que dirección se fue, perseguida por los soldados.[131]

Aunque Ezio consiguió alcanzar a los soldados, ya era tarde, pues Cristina había sido herida mortalmente. Ezio trató de llevarla a un médico, pero Cristina decidió aceptar su destino. Antes de morir, Cristina le confesó que su corazón siempre había estado con él y que deseaba haber tenido una segunda oportunidad con su relación. Con esas palabras, Cristina finalmente falleció, con Ezio despidiéndose de su gran amor.[131]

Justicia y piedad

«No necesitamos que nadie nos diga que debemos hacer, ni Savonarola ni los Medici. Somos libres para seguir nuestro propio camino. Hay quienes están dispuestos a arrebatarnos esa libertad, y quienes renuncian a ella gustosos. Pero es la capacidad de elegir nuestra verdad la que nos hace humanos.»
―Ezio da un discurso ante la multitud tras la muerte de Savonarola, 1498.[fte]

La Volpe y Paola habían estado congregando a gente con cada teniente que Ezio había asesinado. Una vez muertos los nueve, la multitud furiosa se dirigió hacia el Palacio Pitti. Allí, Girolamo trató de usar el Fruto para controlar a la población, pero Ezio fue rápido y le arrebató el Fruto arrojándole un cuchillo. Savonarola fue entonces agarrado y violentamente arrastrado por la ciudad. Cuando Ezio se disponía a coger el Fruto, un soldado de los Borgia apareció de la nada y trató de llevárselo a su maestro. Sin embargo, Ezio fue más rápido y le alcanzo, recuperando el Fruto.[132]

Mob justice 3

Ezio asesina a Savonarola

Savonarola fue llevado a la Plaza de la Señoría, donde iba a ser quemado en una hoguera. El fuego comenzó a quemar a Girolamo, que gritaba de dolor y rezaba a Dios por clemencia. Ezio sintió pena, dándose cuenta de que nadie merecía morir así. Ezio se impulsó y consiguió llegar hasta la plataforma donde Girolamo estaba atado, dándole una muerte rápida. Ezio se dio la vuelta y dio un discurso a la multitud que allí se había reunido. En el discurso, Ezio mencionó como en esa misma plaza vio morir a su familia hace 22 años y como de no haber sido por la sabiduría de sus compañeros y amigos, habría acabado consumido por la venganza. Así, Ezio les instó a buscar su propio camino y decidir cual es el destino individual de cada uno. Ezio bajó de la plataforma, se reunió con Mario, Maquiavelo, Paola y La Volpe y se marcharon de la ciudad, dispuestos a investigar los secretos que el Fruto escondía.[133]

Un último enemigo

La cámara del Vaticano

«Creí... creí que ya lo había superado. Pero soy humano. He esperado tanto, he perdido tanto... Requiescat in pace, bastardo.»
―Ezio a Rodrigo en su intento de asesinato, 1499.[fte]

Al año siguiente, 1499, todos los Asesinos se reunieron en Villa Auditore, donde Ezio había agrupado todas las páginas del códice repartidas por Italia. Al colocar las páginas, se dio cuenta de que ocultaban algo gracias a su talento oculto. Recolocándolas, Ezio vio en las páginas del códice un mapa del mundo, en el que estaban marcadas varias localizaciones de templos Isu. Uno de ellos se encontraba en Roma, bajo el Vaticano. Así, los Asesinos comprendieron que el ascenso de Rodrigo Borgia a papa Alejandro VI era con el fin de estar cerca del templo y tener acceso al Cetro Papal, otro Fragmento del Edén. Así, Ezio decidió aventurarse a Roma con el fin de acabar con Rodrigo y cumplir así su venganza.[134]

IBAL 4

Ezio se enfrenta a Rodrigo en la Capilla Sixtina

El 28 de diciembre de 1499, Ezio llegó al Castillo de Sant'Angelo en Roma. Desde allí, tomo el Passetto di Borgo hasta el Vaticano, entrando en la Capilla Sixtina mientras Alejandro VI daba un discurso a los obispos allí reunidos. Ezio se lanzó desde lo alto de una plataforma y quedó encima de Rodrigo, dispuesto a darle el golpe de gracia al hombre que había matado a su familia y cumpliendo así su larga venganza. Sin embargo, la tardanza del Asesino le permitió al Gran Maestro quitárselo de encima con ayuda de una onda de energía del Cetro.[135]

Rodrigo y Ezio combatieron, usando los poderes de sus Fragmentos. Rodrigo uso los poderes del Cetro para arrebatar la vida de los presentes en la habitación, mientras que Ezio pudo resistir a ese poder gracias al Fruto que portaba. Gracias a ese mismo Fruto, Ezio pudo crear copias de sí mismo, equilibrando la balanza. Sin embargo, Rodrigo fue capaz de convertirse en invisible y arrebatar el Fruto a Ezio. Fue en ese momento que Rodrigo paralizó completamente a Ezio y le apuñaló en el abdomen, dejándole inconsciente y entrando a la cámara secreta.[135]

Sin embargo, gracias a la armadura de Altaïr que Ezio había obtenido años antes, Ezio consiguió sobrevivir a la puñalada y despertó pocos después. Ezio siguió entonces los pasos de Rodrigo, llegando a una gran cámara circular dónde Rodrigo intentaba abrir sin éxito algún tipo de puerta. Ezio decidió enfrentarse una última vez a Rodrigo Borgia, pero esta vez un combate sin armas. Mientras peleaban, Rodrigo le confesó a Ezio que dentro de la cámara creía que iba a encontrar a Dios y que con los Fragmentos sometería su poder a sus deseos. Ezio desmontó sus argumentos y consiguió derrotarle. En esta ocasión, Ezio decidió perdonarle la vida, sabiendo que su muerte no traería a su familia de vuelta.[135]

Los que vinieron antes

IBAL 16

Minerva aparece ante Ezio

Dejando a Rodrigo Borgia herido en el suelo de la cámara, Ezio consiguió abrir la puerta con el uso combinado del Fruto y el Cetro. Al entrar a la pequeña habitación, Ezio se encontró con el holograma de una mujer llamada Minerva. Reconociendo su nombre del panteón romano, Ezio preguntó si era una diosa, a lo que Minerva respondió que "los suyos simplemente llegaron antes". Además, Minerva le confirmó a Ezio que él era el profeta, pero que su rol era el de actuar como mensajero para otra persona.[135]

Así, Minerva comenzó a hablar, mientras imágenes holográficas se proyectaban sobre las paredes. Minerva contó la historia de su pueblo, de como crearon a los humanos y se rebelaron contra ellos, de como la guerra hizo que no pudieran evitar un desastre solar que acabó con gran parte de la población de la Tierra y de como una catástrofe similar iba a volver a suceder en un futuro. Para evitar que este desastre volviera a suceder, Minerva encomendó una misión: encontrar otros templos para poder detenerlo. El mensaje iba dirigido a alguien a quien Minerva llamó Desmond que, aunque Ezio nunca lo llegó a saber en toda su vida, estaba reviviendo sus memorias a través de un Animus en el año 2012.[135]

Minerva se marchó, habiendo entregado el mensaje y dejando a Ezio con muchas preguntas. Ezio, considerando que su misión había acabado, salio de la habitación. Rodrigo ya se había marchado de allí, pero el Cetro Papal continuaba en el mismo lugar en el que lo había dejado. Sin embargo, eso no duro mucho, pues a los pocos segundos el Cetro se hundió en el suelo, quedando perdido para siempre. Al intentar salir del agujero en el que estaba la cámara circular, Ezio vio a su tío Mario, que había llegado para ayudarle. Ezio y Mario escaparon de la basílica de San Pedro y luego se fueron a través de los tejados de Roma. Los Auditore se detuvieron en uno de los tejados al lado del Tíber, dónde Ezio tenía intención de arrojar el Fruto. Sin embargo, Mario, al ver las dudas en el rostro de su sobrino, decidió quedarse con el Fruto para guardarlo hasta que tuvieran más claro que hacer con él. Con esto, Ezio y Mario volvieron a casa, habiendo cumplido su cometido.[136]

Asedio de Monteriggioni

«Lo tengo [el Fruto] a buen recaudo. Los Borgia no deben atravesar la muralla hasta que todos estén a salvo. ¡Juntos por la victoria!»
―Mario a Ezio durante el ataque de Monteriggioni, 1500.[fte]
Reunion 2 v

Ezio se reencuentra con los demás Asesinos

Durante el viaje con su tío, Ezio le contó lo que había visto en la cripta. Su tío le tranquilizó, diciendo que quedaba mucho tiempo para esa profecía, lo que reconfortó a Ezio, asumiendo que su labor ya había acabado. Al llegar a Villa Auditore, Claudia le informó de que Caterina estaba en la ciudad para pedirle ayuda. Ezio aceptó, pero decidió dar un paseo por Monteriggioni antes.[137]

Así, Ezio dio un paseo y ayudó a varios de los habitantes de la pequeña ciudad. Para empezar, ayudó a Angelina Ceresa a llevar unas flores para el cumpleaños de Claudia,[138] recuperó el caballo de Mario que se había fugado del establo[139] y ayudó a los mercenarios de Mario a probar los nuevos cañones instalados en las murallas como medida de seguridad.[140]

Ezio fue a la villa al anochecer, donde se encontró con Caterina. Caterina le solicitó ayuda, pues los ejércitos del papa iban a marchar sobre Forlì. Ezio accedió, pero quedando con Caterina en que iban a debatir el tema más tarde. Ezio llegó al estudio de su tío, donde esperaban Maquiavelo, Mario, su hermana y su madre. Ezio contó lo sucedido en Roma, con Maquiavelo criticándole fuertemente por haber dejado vivo a Rodrigo. Maquiavelo partió hacia Roma inmediatamente con el fin de intentar acabar cuanto antes con los Borgia. Acabada la reunion, Ezio se dirigió a su habitación, donde compartió una noche intima con Caterina Sforza.[141]

Vilified 2

Ezio usa los cañones de Monteriggioni

El 2 enero de 1500, Ezio y Caterina despertaron con el sonido de un cañón. Ezio trató de consolar a Caterina, creyendo que eran los mercenarios de Mario haciendo pruebas con ellos. Sin embargo, la tranquilidad duró poco, pues unos segundos después una bola de cañón atravesó la pared del dormitorio. Ezio, sin armadura debido a que la bala había dejado la armadura de Altaïr bajo los escombros, salio del edificio y se encontró con su tío, que le informó de que los Borgia estaban asediando la ciudad. Ezio se dirigió rápidamente a las murallas, intentando ganar tiempo para que los ciudadanos huyeran.[142]

A pesar de sus esfuerzos, la supremacía numérica de los Borgia era demasiado grande, por lo que las fuerzas papales destrozaron la puerta principal. Allí, Ezio pudo ver como el capitán general de la guardia papal e hijo de Rodrigo, César Borgia, había conseguido capturar a Caterina y a Mario, consiguiendo así el Fruto. Ezio trató de llegar hasta ellos a través de los tejados, pero fue herido de gravedad por varios arcabuceros. Al mismo tiempo, César ejecutó a Mario con un disparo, invitando a Ezio a Roma.[142]

EExit 7

Ezio y los demás escapan a través del santuario

Ezio despertó poco después, con dos mercenarios de Mario arrastrándole a una zona segura. Ezio, junto a los mercenarios restantes, defendieron la ciudad de los guardias papales que seguían allí. Ezio salvó a su hermana, que estaba siendo atacada por los soldados, y se dirigió al estudio de Mario con la intención de salir a través del santuario. Allí, Ezio se encontró con un ladrón, que decidió quedarse en la ciudad para ayudar a los mercenarios que continuaban luchando fuera.[143]

Ezio consiguió sacar a los civiles de Monteriggioni, activando varias trampas por el camino para frenar la persecución de los soldados de Borgia.[144] A las afueras, Ezio informó a su madre y su hermana de la muerte de Mario, ordenándoles refugiarse en Florencia. Ezio, aceptando la invitación de César, se dirigió entonces a Roma. Sin embargo, la gravedad de sus heridas obtenidas durante el asedio hizo que Ezio quedara inconsciente en el camino a Roma.[143]

Liberación de Roma

Paseo con Maquiavelo

«No puede haber paz hasta que nos rebelemos contra la estirpe de los Borgia y los Templarios que los sirven.»
―Ezio decide quedarse en Roma ante un atónito Maquiavelo, 1500.[fte]
As Good As New 1

Margherita trata las heridas de Ezio

Ezio despertó en Roma, con sus heridas habiendo sido curada por una extraña llamada Margherita dei Campi.[145] Margherita le contó a Ezio como fue traída hasta su casa por un hombre que quería que se encontrara con Maquiavelo en el Mausoleo de Augusto. El hombre que le llevó hasta allí también le dejó una nueva túnica de Asesino. Así, Ezio abandonó la casa y, tras recoger medicinas del médico local, fue al encuentro de Maquiavelo.[146]

Sin embargo, en el camino, Ezio escuchó una conversación de un grupo de guardias que iban dispuestos a dar una paliza a un civil inocente. Ezio se desplazó hasta la Plaza de España, donde se encontró con un hombre llorando frente al cuerpo ahorcado de una mujer. La mujer, Livia, había sido violada y posteriormente ahorcada por un matón de los Borgia conocido como Il Carnefice. Recordándole a la ejecución de su familia, Ezio decidió hacer algo al respecto y fue en busca del matón, que se encontraba en una colina cercana. Ezio llegó hasta Il Carnefice, asesinándole y poniendo fin así a sus actos. Ezio continuó su camino hacia Maquiavelo.[147]

Ezio se encontró con Maquiavelo en el Mausoleo de Augusto. Allí, Maquiavelo le comentó como estaba sorprendido de verle vivo y le llevó a una tienda cercana para pertrecharse y hacer su vuelta a Florencia más segura. Sin embargo, Ezio no quería volver a Florencia, sino que pretendía permanecer en Roma para acabar con los Borgia y su poder. Maquiavelo le puso entonces al corriente de la situación y le informó de César, un hombre "cuya ambición no tiene limites". Las familias de Italia ya habían comenzado a postrarse ante él y contaba además con el apoyo de Francia.[148]

Ezio sugirió ir a caballo, debido al tamaño de la ciudad, pero Maquiavelo le informó de que los establos habían sido cerrados debido al poder de los Borgia en la zona. Ezio, dispuesto a ponerle una solución a eso, decidió dirigirse a la torre de vigilancia cercana, donde acabó con el capitán Borgia Jacobo de Grassi, liberando así el distrito. Con el capitán fuera, Ezio decidió además incendiar la torre como un símbolo de liberación. El establo reabrió al público y Ezio y Maquiavelo pudieron coger unos caballos para circular por Roma.[148]

El paseo por Roma continuó, pero Ezio y Maquiavelo comenzaron a chocar por sus diferentes filosofías. Maquiavelo le echó en cara a Ezio la piedad que mostró ante Rodrigo, a lo que Ezio respondió afirmando que la muerte de Rodrigo no habría evitado lo que sucedió en Monteriggioni y que debían centrarse en usar la fortaleza del pueblo romano a su favor. Su conversación fue interrumpida por un ladrón, que se llevó el monedero de Ezio, forzando al Asesino a perseguirle para recuperarlo.[149]

Ezio se reencontró con Maquiavelo en el Campidoglio, donde Maquiavelo le informó de que tenían que buscar a un informante que debería haberles entregado una carta interceptada de los Borgia. Sin embargo, al no aparecer, los dos Asesinos se dirigieron al foro romano, donde le encontraron amenazado por unos guardias. Tras acabar con ellos, Vinicio les contó que no había podido recuperar la carta, por lo que Ezio fue tras el mensajero hasta el Coliseo y consiguió arrebatarle los documentos.[150]

Seguidores de Rómulo

Ezio fue a reunirse con Maquiavel en las termas de Trajano, pero fue emboscado por un grupo de hombres con pieles de lobo. Tras acabar con ellos, Ezio investigó la zona interesado por sus motivaciones. Así, Ezio consiguió encontrar una entrada a una guarida de Rómulo, adentrandose en ella.[151] Bajo ella, encontró el Domus Aurea de Nerón. Explorando el palacio, Ezio encontró un pergamino de Rómulo, escrito por el Oculto Marco Junio Bruto. El pergamino contenía un dibujo de la amadura de Bruto, indicando que había sido bloqueada mediante seis llaves.[152]

Ezio volvió a la superficie, dónde se encontro con Maquiavelo. Allí, Nicolás le informó de que los hombres que le habían atacado eran seguidores de Rómulo, un culto manipulado por los Borgia para aterrorizar a los ciudadanos. Ezio le entregó la carta a Maquiavelo, pero se encontraba cifrada. Los Asesinos decidieron que necesitarían algunos aliados, por lo que Maquiavelo informó a Ezio de que podían usar los túneles para viajar por la ciudad rápidamente.[153]

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Ezio conversa con Fabio y Maquiavelo

Así, Ezio y Maquiavelo se reunieron con Fabio Orsini, el primo de Bartolomeo d'Alviano que había sido forzado a trabajar bajo las órdenes de César. Con la esperanza de que pudieran darle un buen uso en su lucha contra el hijo del papa, Fabio les entrego el cuartel general de Isla Tiberina. Cuando Fabio les dejó, Maquiavelo estaba listo para atacar a los Borgia, pero Ezio se negó debido a que tenían tanto a Caterina como el Fruto. Ezio preguntó a Maquiavelo como eran las conexiones con los aliados. Sin embargo, la situación no era la deseada, pues las cortesanas no apoyaban del todo a los Asesinos, los mercenarios estaban demasiado ocupados luchando contra los aliados franceses de César y los ladrones no querían trabajar con ellos. Decidido a reforzar a los Asesinos, Ezio se dirigió a hablar con los líderes de cada gremio.[153]

Reforzando a los Asesinos

Ezio viajó hasta la Rosa en Flor, en un intento de conseguir el apoyo de las cortesanas. Sin embargo, al llegar allí fue informado de que la dirigente del burdel, Madonna Solari, había sido capturada por los Cento Occhi, los matones contratados por César. Ezio fue a encontrarse con ellos con el objetivo de pagar el rescate para liberarla, pero Madonna Solari fue asesinada delante del Asesino. Ezio sobrevivió a la emboscada, volviendo a La Rosa en Flor. Allí, se encontró con su madre y su hermana, que sugirió actuar como la nueva líder. Ezio en un principio se negó, pero acabó accediendo. Así, Ezio encomendó a Claudia con encontrar a Caterina.[154]

Con el fin de reforzar a las cortesanas, Ezio ayudó a varias de las cortesanas en pequeños trabajos. Le dio una paliza a Santino, el hermano de Madonna Solari, que pretendía reclamar la Rosa en Flor.[155] También expulso a Giuletta, una cortesana que estaba trabajando para los Borgia[156] y atacó a varios embajadores bávaros que drogaron a una de las chicas.[157]

Poco después, se desplazó hasta el Cuartel de Alviano, donde se encontró con su viejo amigo Bartolomeo y su mujer Pantasilea Baglioni. Aunque Bartolomeo trató de convencer a Ezio de que sus mercenarios no estaban teniendo problemas con los Templarios, Pantasilea le reveló que aunque los Templarios eran débiles, el ataque que estaban sufriendo por dos flancos junto al ejército francés les estaba complicando las cosas. Con el fin de acabar con uno de los frentes, Ezio acabó con el capitán Borgia local y quemó la torre. Ezio volvió con Bartolomeo, ayudándole a reformar el barracón, lo que le permitió a Bartolomeo conseguir más mercenarios. Ezio encomendó entonces a d'Alviano a encontrar a César y Rodrigo Borgia. Pantasilea informó además a Ezio de que Maquiavelo había dejado una lista de objetivos dejadas en palomares, por lo que Ezio decidió cumplir contratos para acabar con los posibles enemigos de la Hermandad.[158]

Ezio fue entonces a ganarse el apoyo del gremio de ladrones romanos, dirigidos por La Volpe. Sin embago, el ladrón se negó, alegando que Maquiavelo era un traidor trabajando para los Borgia. Para demostrarselo, le llevo hasta una reunión secreta donde un guardia le hizo entrega de una carta a Maquiavelo. Al mismo tiempo, un joven ladron fue herido por los soldados del papa, por lo que Ezio se vio obligado a intervenir.[159]

Ezio volvió con La Volpe, tratando de convencerle de que todo esto tenía que tener una explicación. La Volpe aceptó y juntos renovaron una taberna conocida como La Zorra Dormilona, en el Barrio Viejo, para recolectar información de los soldados Borgia que paraban allí a beber. Ezio, además, ayuda a los ladrones a luchar contra los Cento Occhi.[159]

Ayudando a Copérnico

«Si esto incumbe a los Borgia, me incumbe a mi.»
―Ezio después de ver a los guardias dirigirse hacia Copérnico, 1500.[fte]

Mientras paseaba por el Campidoglio, Ezio vio a un erudito llamado Nicolás Copérnico dar un discurso ante el pueblo romano. Ezio preguntó a uno de los espectadores, que le contó como Copérnico venía del Vaticano, pero predicaba creencias completamente distintas. Ezio vio entonces como un pequeño grupo de guardias de los Borgia trataba de atacar a Copérnico, iniciando así un combate para intentar salvar la vida del erudito.[160]

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Copérnico entrega las cartas a Ezio

Copérnico y Ezio se presentaron, con Copérnico afirmando que él conocía su nombre por haber pertenecido a los templarios. Sin embargo, Copérnico ya no formaba parte de la Orden, después de que trataran de ocultar sus investigaciones. Más guardias de los Borgia se acercaron, por lo que Ezio y Copérnico huyeron del lugar, escondiendo a Copérnico en una pequeña casa del Barrio Viejo. Allí, Copérnico llegó a la conclusión de que sus compañeros también estarían en peligro, por lo que pidió a Ezio que entregara una carta a cada uno de ellos.[161]

Ezio entregó las cartas a todos los eruditos,[162][163][164] volviendo con Copérnico a la casa del Barrio Viejo. De vuelta, Copérnico le hablo del Maestro del Sagrado Palacio, un sacerdote nombrado por el papa para asegurar la conservación de la filosofía de la iglesia romana que era el responsable de los ataques. Ezio, decidido a acabar con este hombre, siguió a un cardenal hasta el Maestro. Escuchando a escondidas una conversación, se enteró de que el Maestro había mandado a varios de sus mejores hombres para acabar con los aliados de Copérnico, por lo que fue rápidamente a salvarlos.[165][166]

Ezio volvió junto a Copérnico, confirmándole que el Maestro estaba detrás de los ataques. Ezio intentó convencerle de ser precavido, pero Copérnico decidió acudir a ver el eclipse que iba a tener lugar esa noche con el fin de continuar sus investigaciones. Ezio se dirigió a acabar con el Maestro, asesinándole con su hoja oculta. El Maestro reveló que varios hombres habían sido enviados para acabar con Copérnico, por lo que Ezio se apresuró a salvar a su aliado.[167]

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Ezio y Copérnico observan el eclipse

Ezio consiguió llegar hasta la localización de Copérnico y salvarle. Ambos entonces procedieron a disfrutar del eclipse, con Copérnico teorizando que probablemente la Tierra no era el centro del universo como se proclamaba en ese momento, sino el sol. Copérnico dio las gracias a Ezio y ambos separaron sus caminos.[167]

Nuevos reclutas

Claudia: «Deben pagar por la muerte de Mario.»
Ezio: «No os preocupéis. Al final morirán. Tenéis mi palabra.»
— Los Asesinos hablan del futuro de los Borgia, 1501.[fte.]

Tras reciber informes de parte de Claudia, La Volpe y Bartolomeo que indicaban que Caterina Sforza estaba siendo retenida en el Castillo de San Ángelo, Ezio marchó a rescartarla. Maquiavelo le ordenó además que, dada la oportunidad, priorizara acabar con César y Rodrigo a rescatar a la duquesa de Forlì.[168]

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Ezio lleva a Caterina en brazos

Así, Ezio se infiltró en la fortaleza, trepando por la pared del castillo hasta llegar a un pequeño patio.[168] Allí, Ezio se encontró con Lucrecia Borgia, hermana y romance de César. Al estar en la posesi´n de la llave de la celda de Caterina, Ezio consiguió llevar a Lucrecia contra su voluntad y liberar a la duquesa.[169] Ezio llevó en brazos a una malherida Caterina hasta las afueras del castillo,[170] cubriendo su huida en caballo mientras él se encargaba de los guardias.[171]

De vuelta en isla Tiberina, Ezio decidió que para liberar a Roma de la opresión de los Borgia era necesario involucrar a aquellos que habían sido oprimidos. Así, pese a las protestas de Maquiavelo, comenzó un reclutamiento de ciudadanos para engrosar las filas de la Hermandad y llevar a cabo así la liberación de Roma.[172]

Así, Ezio reclutó a varios ciudadanos en aprendices durante el año siguiente[172] y adoptó a varios miembros ya pertenecientes del gremio bajo su tutela, como Francesco Vecellio.[173] Los Asesinos trabajaron principalmente en Roma, ayudando a eliminar la presencia Templaria a través del asesinato de agentes como Malfatto[174] o Silvestro Sabbatini.[175]

Ezio también se reunió con su viejo amigo Leonardo da Vini, que le informó de que los Borgia le estaban forzando para diseñar armamento avanzado conocido como máquinas de guerra. Así, Leonardo le proporcionó información de como destruir cada una de esas máqinas, a la misma vez que se ofreció a mejorar el equipamiento de Ezio de manera clandestina.[176]

El Banquero

«Si cortamos sus fondos, César pierde su ejército y se queda sin hombres. Así que, veamos, ¿de dónde saca el dinero?»
―Ezio discute su plan con los demás Asesinos, 1503.[fte]
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Ezio se reúne en el escondite

Ezio se reunió con Maquiavelo, La Volpe, Claudia y Caterina en el escondite Asesino, donde discutieron como debilitar a los Borgia. Ezio, destinado a cortar los fondos de César, preguntó quién financiaba al ejército papal. Sin embargo, La Volpe no supo responderle, pues la identidad del tesorero personal de César era desconocida, siendo conocido solamente como el Banquero. Además, Ezio también reveló que tenía intenciones de asesinar también a Octavien de Valois, el general fránces que proporcionaba apoyo a Cesare. Además, La Volpe le mencionó a Ezio una manera de entrar al castillo, a través de una entrada lateral cuya llave tenía el amante de Lucrecia Borgia, Pietro Rossi. Dispuesto a comenzar la liberación, Ezio se marchó del escondite.[177]

Fuera del escondite, Ezio se encontró con Caterina. Con la pérdida de Forlì a manos de los Borgia, Caterina perdió toda su influencia, por lo que decidió exiliarse a Florencia junto a su familia hasta poder recuperar la ciudad, pese a la insistencia de Ezio.[177]

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Ezio le entrega el dinero a Egidio

Así, Ezio se dispuso a tratar de encontrar a el Banquero. Para ello, se reunió con Claudia en la Rosa en Flor, donde su hermana le informó de que el senador Egidio Troche se quejaba de las deudas que tenía con el Banquero. Así, Ezio localizó a Egidio, que estaba siendo atacado por guardias de los Borgia. Ezio acompañó a Egidio hasta la casa de su hermano Francesco, donde se refugió de los soldados papales.[178]

Egidio, con la intención de llevar a Ezio hasta el Banquero, pidió a Ezio que pagara su deuda, de manera que el rastro del dinero le serviría para llegar hasta él.[178] Así, Egidio siguió a los soldados Borgia y Egidio hasta el Panteón, donde los guardias guardaron el dinero. Ezio se infiltró en el interior del Panteón y acabó con Luigi Torcelli, adoptando su vestimenta para así llegar hasta el Banquero.[179]

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Ezio disfrazado entrega el cofre

Ezio llegó hasta la localización del Banquero, donde se estaba celebrando uan fiesta en honor a las conqusitas de César.[180] Pese a que Ezio había conseguido acceso a la fiesta, los guardias descubrieron el cadaver de Luigi, por lo que Ezio tuvó que pasar desapercibido en medio de la fiesta gracias a la ayuda de las cortesanas de Claudia. Ezio llegó hasta el Banquero, que resultó ser Juan Borgia, el primo de César. Ezio acabó con Juan, cortando así la financiación de César.[181]

Ezio volvío a la Rosa en Flor, donde un grupo de cortesanas que habían robado el cofre con el dinero lloraban porque los Borgia les habían seguido hasta el burdel. Preocupado por su hermana y su madre, Ezio se apresuró al interior del burdel. Sin embargo, la situación estaba bajo control, ya que Claudia había eliminado a los guardias usando un cuchillo.[182]

Los franceses

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Un Ezio disfrazado entrega a Bartolomeo al ejército francés

Tras la muerte del Banquero, Ezio desvió su atención a los aliados franceses de César. Ezio viajó hasta los cuarteles de Bartolomeo d'Alviano, ayudándole a repeler un ataque de los franceses comandados por Octavien de Valois. Aunque los Asesinos consiguieron rechazarlos, la mujer de Bartolomeo, Pantasilea, fue secuestrada y llevada al cuartel francés, usándola para forzar a Bartolomeo a rendirse.[183]

Sin embargo, Ezio consiguió elaborar un plan, eliminando a varios soldados franceses con el fin de infiltrar a los mercenarios de Bartolomeo como hombres de Octavien.[184] Así, Ezio guio a los mercenarios hasta el campamento pretoriano, la base de operaciones del ejército francés.[185]

Así, los mercenarios y los franceses lucharon en el interior de la fortaleza, mientras que Ezio dio caza a Octavien, acabando así con los aliados franceses de los Borgia.[186]

Encontrando al traidor

«Ezio, Maquiavelo nos ha vendido. Ambos queremos negarlo, pero la verdad es evidente. Ya sabes lo que hay que hacer. O lo haces tú, o seré yo.»
―La Volpe discute con Ezio acerca del traidor, 1503.[fte]

Poco después de derrotar al barón de Valois, Ezio visitó La Zorra Dormilona, donde La Volpe y él discutieron acerca de la posibilidad de que Maquiavelo fuera un traidor y el culpable de haber dirigido al ejército papal hasta Monteriggioni. Ezio no estaba de acuerdo, pero le prometió a La Volpe que investigaría acerca de ello.[187]

Para entrar en el castillo de San Ángelo, La Volpe dirigió a Ezio hacia Pietro Rossi, el amante de Lucrecia que tenía las llaves.[187] Sin embargo, la vida de Pietro estaba en peligro, pues César conocía de esta relación y había enviado a su asesino personal, Micheletto Corella. Micheletto, tras asesinar a Francesco Troche en una de las puertas de la ciudad, se dirigió al Coliseo, donde tenía intención de asesinar a Pietro mientras este hacía una obra teatral.[188]

Ezio llegó al Coliseo siguiendo a Micheletto, sustituyendo a los hombres de César por los aprendices de Asesino. Infiltrados como figurantes, Ezio consiguió llegar hasta Micheletto, pero por desgracia tuvo qu perdonarle la vida cuando este le confesó que Pietro había sido envenenado previamente para asegurar el éxito.[189] Ezio bajó entonces a Pietro y se dirigió a las afueras del Coliseo en busca de un médico.[190]

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Ezio sujeta a Paganino

Ezio dejó a Pietro junto a un doctor y recibió la llave del castillo que le permitiría entrar. Fue entonces cuando Ezio vio a Paganino, un ladrón veneciano con el que Ezio se encontró al intentar huir en el asalto de Monteriggioni. Paganino, al ver al Asesino, salió corriendo, con Ezio persiguiéndole. Finalmente, Ezio consiguió atraparle, razonando que él debía ser el traidor. Antes de desvelar nada, Paganino presionó la hoja de Ezio contra su cuello, matándole para evitar divulgar secretos.[190]

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Ezio es ascendido a Mentor

Ezio llegó a isla Tiberina, informando a La Volpe del auténtico traidor. Ezio reunió entonces a todos los Asesinos y a Claudia, ofreciéndole a esta última la posibilidad de unirse a la Orden como ya lo había hecho anteriormente gran parte de su familia. Claudia aceptó y pasó a ser otra Asesina.[191]

Al mismo tiempo, Maquiavelo también decidió dejar el puesto de Mentor y propuso a Ezio para el puesto, afirmando que Ezio era un mejor líder y exactamente lo que la Orden necesitaba en esos momentos. Ezio aceptó el cargo y mantuvo a Maquiavelo como consejero. Así, la siguiente misión de Ezio sería acabar lo que empezó en Monteriggioni años atrás.[191]

Caída de los Borgia

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Ezio junto a un fallecido Rodrigo

Con la muerte de los apoyos de César en Roma, la Hermandad y sus aliados consiguieron controlar la ciudad. Ezio se enteró de que el comandante había vuelto a Roma y que se iba a reunir con su padre en el Castillo de San Ángelo, por lo que Ezio se dirigió hacia allí.[191] En el interior del castillo,[192] Ezio vio como Rodrigo trató de envenenar a su hijo, pero falló y César acabó con su vida como represalia.[193]

César se marchó de la habitación, tratando de encontrar el lugar donde su padre había escondido el Fruto del Edén. Ezio entró a la habitación y, tras santiguar el cuerpo del papa, se enteró por Lucrecia de la localización del Fruto en el Vaticano, marchando rápidamente a hacerse con él.[193]

Ezio llegó a la basílica de San Pedro, donde consiguió el Fruto poco antes de la llegada de César. Pese al pequeño ejército que César dejó para ocuparse de Ezio, el uso del Fruto le permitió al Asesino salir ileso.[194] Durante los meses siguientes, Ezio y los Asesinos continuaron destruyendo la poca influencia que le quedaba a César en Roma, destruyendo su ejército y evitando que consiguiera apoyo financiero por parte de la iglesia.[195][196]

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Los Asesinos confrontan a César en las murallas

Finalmente, los Asesinos confrontaron a César, que esperaba a los refuerzos de Micheletto en las puertas de Roma. Los soldados restantes de César fueron aniquilados, pero su líder consiguió escapar al otro lado de la muralla, librándose de los Asesinos. Sin embargo, poco después llegó un ejército liderado por Fabio Orsini, que detuvo a César por órdenes del nuevo papa Julio II. El ejército papal se llevó a César, que comenzó a gritar enfurecido y a decir que ninguna cadena podría retenerle.[197]

A pesar de la victoria, Ezio seguía preocupado por las afirmaciones de César. Poco después, en un encuentro con Leonardo, Ezio le confesó estas preocupaciones al pintor. Leonardo le sugirió mirar dentro del Fruto, con la esperanza de encontrar algo que le tranquilizara. Ezio tocó el Fruto y lo soltó rápidamente. Antes de que Leonardo pudiera preguntarle, Ezio se marchó con urgencia del lugar, no sin antes dejarle un cofre lleno de oro al pintor por haber perdido a su mecenas.[197]

Cazando a César

Capitán: «¡César ha escapado!»
Ezio: «¿Cuándo?»
Capitán: «Durante el cambio de guardia. Hace media hora.»
— Ezio enterándose de la huida de César, 1503[fte.]

Ezio llegó hasta el Castillo de San Ángelo, donde encontró una situación de confusión general. Preguntando a un guardia, Ezio se enteró de que César había escapado, probablemente con la ayuda de alguien desde el interior. Sin embargo, Lucrecia no se había marchado con él, por lo que concluyó que César probablemente iba a abandonar la ciudad por barco y se dirigió rápidamente a los muelles.[145]

Los muelles estaban abarrotados de gente, por lo que Ezio se vio obligado una vez más a usar el Fruto para conocer la localización de César. Sin embargo, cuando Ezio trató de llegar al barco donde César se había escondido, este ya había partido, por lo que se vio obligado a subirse en otro barco para perseguirlo. El barco, para sorpresa de Ezio, estaba capitaneado por Claudio, que había recibido dinero de La Volpe para ello.[145]

Cuando los barcos se acercaban a Ostia, el barco de los Asesinos consiguió alcanzar al de César. Claudio y Ezio saltaron a la cubierta del barco, eliminando a toda la tripulación mientras César miraba indefenso desde la caja de madera que había usado par escapar. El barco atracó poco después en Ostia y César fue devuelto a Roma.[145]

Consejero del papa

Para 1504, Ezio había conseguido la confianza del papa Julio II y se había convertido en su consejero. Fue en una reunión con él que Ezio descubrió que César había sido entregado al rey Fernando II de Aragón y su mujer Isabel I. Cuando Ezio se interesó por la localización del excapitán, Julio se negó a darle la localización, probablemente para evitar cualquier tipo de atentado contra la vida del Borgia.[145]

Al día siguiente, Ezio se reunió con Claudia, La Volpe, Bartolomeo y Maquiavelo para planear como expulsar a los restantes fanáticos de los Borgia que todavía controlaban parte de Italia. Así, idearon un plan para mantener a los leales al antiguo papa hasta que se presentara la oportunidad para acabar con ellos. Ezio y Maquiavelo se reunieron con antiguas amantes y asociadas de Rodrigo, incluyendo a Vannozza Cattanei, Giulia Farnese y la mujer de César, Charlotte d'Albret. Durante esta misión, Maquiavelo le insistió a Ezio para que usara el Fruto y así localizar a César, pero este se negó, ya que no quería volverse dependiente de su poder.[145]

Los fanáticos de los Borgia

Tras abandonar el palacio de Charlotte, Ezio y Maquiavelo se encontraron con Bruno, uno de los espías de Maquiavelo, que les informó que los Borgia les estaban siguiendo con la intención de que no estuvieran presentes para evitar el secuestro de Claudia Auditore. Maquiavelo y Ezio se dirigieron rápidamente a la localización, pero descubrieron tarde que era una trampa y que les estaban esperando, pues Bruno también servía a los Borgia.[145]

En la guarida de los fanáticos, Ezio vio a Claudia atada a una silla, medio desnuda y con moratones por todo el cuerpo. El líder de los fanáticos puso un cuchillo en la garganta de Claudia y amenazó a Ezio con matarla si no abandonaban Roma. Ezio se negó y junto a Maquiavelo rápidamente se deshicieron de todos los secuestradores.[145]

Tras rescatar a Claudia, Ezio se enteró de que Micheletto estaba reuniendo fuerzas en el Ludus Magnus de Zagarolo, al este de Roma. Ezio reclutó a una gran fuerza formada por sus aprendices y miembros del gremio de ladrones con la que consiguió derrotar al ejército comandado por el asesino personal de César. Así, Micheletto fue atrapado y llevado al Palacio de la Señoría de Florencia, en la misma celda donde el padre de Ezio fue retenido décadas antes. Maquiavelo, con la ayuda de Américo Vespucio y Piero Soderini, torturó al Templario sin éxito, aunque le prometió a Ezio que continuaría tratando de obtener información. Ezio y Maquiavelo se despidieron, con Ezio volviendo a Roma.[145]

Encerrando el Fruto

Días después, Ezio fue despertado en las primeras horas de la mañana por Maquiavelo, que le informó de que Micheletto había escapado del Palacio de la Señoría gracias a la ayuda de apoyos de los Borgia y un sacerdote. Ezio decidió usar esto a su favor como un método para seguir a Micheletto hasta la localización de César.[145]

Convocando una reunión de emergencia, Ezio organizó una partida de búsqueda para Micheletto centrándose en las ciudades de Roma y Ostia. Además, Nicolás convenció a Ezio de usar el Fruto para localizar al asesino, pero el Fruto solo le proporcionó una vaga imagen de un castillo español.[145]

A Seed 2

Ezio saliendo de la cámara

Confundido por la revelación, Ezio preguntó al Fruto por qué no le enseñaba lo que deseaba, a lo que el Fruto respondió diciendo que había llegado la hora de que Ezio soltara el Fruto y lo legara a futuras generaciones. El Fruto, además, le dirigió al lugar donde debía ser depositado, en la cámara Isu bajo el Coliseo. Sin embargo, como un último regalo, el Fruto informó a Ezio de que Micheletto planeaba llegar a España desde un puerto en Nápoles.[145]

Antes de marchar hacia Nápoles, Ezio y Maquiavelo se dirigieron al Coliseo, atravesando una vieja guarida de Rómulo hasta la entrada a la cámara. Allí, Ezio depositó el Fruto sobre un pedestal en el centro de la sala. Tras salir de ella, Ezio y Maquiavelo vieron como la cámara sé cerro y la puerta tomó la apariencia de sus alrededores, quedando así oculta durante los próximos siglos.[145]

La desaparición de Da Vinci

Leonardo: «¡Ezio! Me estaré volviendo lento con la edad. No sabía que habías regresado a Roma.»
Ezio: «Por desgracia, no puedo quedarme. Vengo a buscar un barco.»
— Leonardo y Ezio, poco después del retorno del segundo, 1506.[fte.]
A Roll of the Dice 3

Ezio y Leonardo observan una Mona Lisa no terminada

Con el Fruto a salvo, Ezio fue a encontrarse con Leonardo en 1506 para tratar de conseguir un barco que le llevara a Nápoles. El pintor trató de buscar entre sus apuntes el nombre de un capitán amigo suyo, momento en el cual Leonardo comenzó a hablar a Ezio de sus investigaciones acerca del erudito Pitágoras que había estado llevando a cabo.Ezio recomendó a Leonardo que se centrara en sus pinturas, con un retrato de una mujer sonriente llamando especialmente su atención. Finalmente, Leonardo no pudo encontrar el nombre del capitán, pero se ofreció a acompañarle a los muelles cuando su ayudante Salaì volviera. Ezio decidió agilizar el proceso e ir a por Salaì el mismo.[198]

A Roll of the Dice 4

Ezio se encuentra con Salaì en La Zorra Dormilona

Ezio encontró a Salaì en La Zorra Dormilona, disfrutando de un juego de azar. Tras mucho convencimiento por parte de Ezio, Salaì finalmente accedió a volver con Ezio al taller, pese a las quejas de los hombres encapuchados que jugaban con el ayudante de Leonardo. Al salir de la taberna, los hombres encapuchados, juntos a algunos más, se abalanzaron sobre el dúo, revelándose como herméticos. Sin embargo, no fueron rivales para Ezio, que los despachó rapidámente. Fue en ese momento que Salaì le reconoció, pues había oído de su maestría única. Ezio instó a Salaì a continuar esta conversación en el taller.[198]

Sin embargo, tras un camino repleto de herméticos, Ezio y Salaì llegaron a un taller vacío y destrozado, con Leonardo habiendo sido raptado por los propios herméticos. Ezio y Salaì pensaron que había sido llevado hasta el templo de Pitágoras, pero ambos desconocían la localización.[198]

Fue entonces cuando Salaì reconoció que su maestro había escondido mensajes con tinta invisible en los cuadros de Villa Auditore que podían contener información del templo. Ezio inicialmente creía que todos los cuadros ardieron durante el asedio de Monteriggioni, pero Salaì le informó que solo dos de ellos ardieron, mientras que el resto fueron vendidos, uno a un mercante y los otros cinco a la ahora duquesa de Ferrara, Lucrecia Borgia. Así, con el fin de encontrar a su amigo, Ezio comenzó a buscar la localización de todos estos cuadros.[198]

Los cuadros de Villa Auditore

«No he venido a matarte. Quiero los cuadros que tenéis. Sé que hay cinco de Leonardo da Vinci que robasteis, y quiero recuperarlos.»
―Ezio se dirige a Lucrecia, 1506[fte]
The One Who Got Away 8

Ezio seduciendo a Lucrecia

Ezio viajó hasta el Delicia de Belriguardo, un palacio situado en la Romaña donde tenía su residencia Lucrecia Borgia. Ezio consiguió infiltrarse y llegó cara a cara con Lucrecia, que esperaba su muerte a manos del Asesino. Sin embargo, Ezio comenzó a seducirla, momento en el que le reveló al Asesino que solo tenía el cuadro de la Anunciación, mientras que otro de ellos fue entregado a un viejo amante de Lucrecia llamado Patricio y los demás vendidos a un comprador.[199]

Con el cuadro de Lucrecia cargado sobre un carro a las afueras del palacio, Ezio había conseguido engañar a Lucrecia y la dejó atada con una cortina, momento en el cual Lucrecia comenzó a llamar a su guardia personal para ir tras el Auditore. Sin embargo, Ezio consiguió escapar del palacio, llevándose consigo uno de los cuadros de Da Vinci.[199]

Ezio volvió a Roma, donde encontró a Patricio, que tenía intenciones de vender Retrato de un músico a los herméticos. Sin embargo, Ercole Massimo, el líder de los herméticos, mandó asesinar a Patricio y se quedó con el cuadro, enviando a uno de sus hombres para transportar el cuadro con el máximo cuidado posible. Ezio persiguió al hermético y consiguió hacerse con el cuadro.[200]

Bon Voyage 5

Ezio interroga a Duccio

Ezio fue entonces a la casa del comprador de los cuadros de Lucrecia, solo para descubrir que el banco se había hecho con la casa. Sin embargo, le informaron de que los cuadros de la casa habían sido vendidos a un mercader florentino que estaba cerca del Mausoleo de Augusto. Al llegar, Ezio se sorprendió de ver que el mercader de arte era Duccio de Luca, el novio de su hermana muchos años antes en Florencia. Duccio insultó a Ezio por vivir en Roma y a Claudia por ser ahora la madame de la Rosa en Flor, por lo que comenzó una pelea entre Ezio, Duccio y algunos mercenarios contratados por el mercader.[201]

Sin embargo, el grupo no supuso ningún problema para Ezio, que consiguió abatir a todos sus enemigos y extrajo la información a Duccio, antes de dejarle inconsciente de un puñetazo. Ezio se dirigió al barco de Duccio, ocupado por herméticos, con la intención de recuperar La dama del armiño. Ezio consiguió recuperar el cuadro y se dirigió a la Rosa en Flor, donde trato de buscar un método de recuperar dos de los cuadros que habían sido comprados por un cardenal y se estaban exponiendo en el castillo de San Ángelo.[201]

La exhibición de arte

The Ezio Auditore Affair 2

Ezio entrando en la exhibición de arte

Al llegar a la Rosa en Flor, Ezio habló de la exhibición con su hermana Claudia, que le dirigió a los muelles cercanos donde iba a llegar una invitación. Ezio interceptó al mensajero de los Borgia y se hizo con la invitación para entrar a la exhibición. Antes de entrar, Ezio se reunió con un grupo de cortesanas en el puente al lado del castillo, informándolas de que debían robar los cuadros que él marcara.[202][203]

Ezio marcó el cuadro de San Jerónimo tras distraer a los guardias en la parte inferior y posteriormente subio a las estancias superiores, donde marcó la Adoración de los Magos, huyendo del castillo antes de que los guardias pudieran inculparle.[203]

Decoding Da Vinci 4

Ezio y Salaì observan el mapa al templo de Pitágoras

Ezio volvió entonces al taller de Leonardo, donde los cinco cuadros habían sido almacenados. Allí, Salaì ya había comenzado a buscar pistas, pero sus esfuerzos habían sido en vano. Ezio le pidió a Salaì que pensara en maneras en las que Leonardo podría haber ocultado sus descubrimientos, momento en el que el aprendiz recordó que Leonardo trabajaba con una tinta invisible, sugiriendo a Ezio que usara su don. A pesar de que Ezio se encontraba un poco molesto porque Leonardo le hubiese revelado a Salaì su habilidad secreta, Ezio la utilizó y fue capaz de encontrar pistas escondidas en la parte trasera de los cuadros. Así, Ezio fue capaz de trazar un mapa, localizando la entrada a las catacumbas en las que se encontraba el templo de Pitágoras.[204]

Templo de Pitágoras

Leonardo: «No son símbolos pitagóricos. 43 39 19 N 75 27 42 W. Nada. El Culto a Hermes está errado. El número carece de sentido.»
Ezio: «Eso no es para nosotros.»
— Leonardo y Ezio en la bóveda de Pitágoras, 1506.[fte.]
TToP 9

Ezio y Leonardo exploran las catacumbas

Ezio bajó a las catacumbas en dirección hacia el templo. En el camino, Ezio pudo oír a Ercole Massimo golpeando a Leonardo, exigiendole que abriera la puerta. Sin embargo, Ezio se enfrentó a los herméticos y consiguió acabar con ellos, incluyendo a Ercole. Tras rescatar a Leonardo, le sugirió al pintor que se fueran del lugar, pero Leonardo consiguió convencerle para acabar con el "número" que se encontraba al final del templo para evitar que cualquier persona pudiera acceder a él.[205]

Ezio y Leonardo comenzaron a pasar varias cámaras del templo, cada una con un puzle complejo que Ezio tuvo que resolver para poder seguir avanzando. Al llegar a la última sala, Ezio activó un mecanismo que hizo salir un pequeño pedestal del suelo. En el pilar había simbolos que tanto Leonardo como Ezio reconocían, pues eran los mismos que el Fruto les había mostrado anteriormente. Al reordenar estos símbolos, una puerta al final de la sala se abrió, dando así acceso a la última cámara del templo de Pitágoras.[205]

TToP 8

Ezio y Leonardo en la cámara

Ezio reconoció esta cámara inmediatamente, ya que la arquitectura era exactamente igual a las cámaras que había visitado en el Vaticano y en el Coliseo. Al acercarse al pedestal y poner su mano encima, una luz se activó, dibujando seis números y dos letras en el aire: 43 39 19 N 75 27 42 W. Leonardo quedó confundido por estos números carentes de sentido, pero Ezio se dio cuenta que, al igual que el mensaje en el Vaticano, esos números no estaban destinados a ellos. Así, Ezio y Leonardo salieron del lugar, decididos a encontrar el barco que ayudaría a Ezio a encontrar a César.[205]

El fin de los Borgia

Vuelta a España

Ezio, Maquiavelo y Leonardo llegaron a Napolés en junio de 1506, donde fueron respondidos con un gran silencio al preguntar por Micheletto. Sin embargo, consiguieron información de Camila, una cortesana que afirmaba haber pasado la noche anterior con él, informandoles de que había partido hacia Valencia. Los tres reservaron un pasaje hacia Valencia, pero la mar se encontraba revuelta y el viaje duró cinco días, lo que hizo que toda posibilidad de perseguir a Micheletto se perdiera.[145]

Por suerte, al llegar a Valencia, fueron dirigidos a una taberna local dónde habían visto a Micheletto. Al llegar a la taberna, varios hombres se abalanzaron encima de los Asesinos, pero no fueron rivales para Ezio ni Nicolás, Durante el combate, Micheletto apareció y trató de estrangular a Ezio, pero Maquiavelo consiguió liberarle, haciendo huir al fiel de César. Tras su huida, uno de sus sirvientes le informó del escondite de César: el Castillo de la Mota.[145]

A pesar de la información, el trío llegó tarde, pues César ya habia escapado de manera inexplicable. Ezio trató de conseguir un caballo para ir en busca de César, pero Leonardo y Maquiavelo consiguieron convencerle de quedarse.[145]

En menos de un mes volvieron a Valencia, donde encontraron la ciuda en manos de los leales a César. Los Asesinos comenzaron a trazar su plan, con Leonardo haciendoles reunir materiales para fabricar varias granadas de mano. Además. Leonardo les informó que se marcharía a casa en el siguiente barco, ya que estaba comenzando a echar de menos Italia.[145]

Ataque en Valencia

«Bueno, no necesitamos el Fruto para saber lo que nuestro viejo amigo César está planeando.»
―Maquiavelo acerca de los planes de César, 1506.[fte]

Pese a los contratiempos, tanto Ezio como Maquiavelo estaban determinados a acabar con los aliados de César de una vez por todas. Mientras Nicolás se dirigía al campamento, Ezio se dirigió a los muelles, donde pudo destruir varios barcos con la ayuda de las granadas de mano que Leonardo le habíá proporcionado.[145]

Tras esto, Ezio y Maquiavelo se reunieron frente a la taberna, donde César y Micheletto discutían de lo que acababa de suceder. César hechó la culpa a Micheletto de lo sucedido, lo que enfureció a Micheletto e hizo que este se abalanzara sobre su maestro. Sin embargo, César lo asesinó con una de sus pistolas, destrozandole completamente la cara.[145]

Los Asesinos pretendían sorprender a César en el exterior, pero un despiste de Maquiavelo alertó a César, que disparó con su otra pistola con gran certeza al hombro del Asesino. César huyó y Ezio, que tenía intención de perseugirle, recapacitó y decidió llevar a Maquiavelo a un doctor debido a la seriedad de la herida. Al llegar, el doctor dijo que no era una herida muy grave y que pronto estaría muy recuperado, pero Ezio decidió partir antes de que se recuperara, con Maquiavelo deseándole buena suerte.[145]

Asedio de Viana

César: «¿Cómo me has encontrado?»
Ezio: «El Fruto que robaste a Mario Auditore me trajo aquí.»
— César y Ezio se enfrentan en Viana, 1507[fte.]

En 1507, Ezio consiguió localizar a César en Navarra, ayudando a su cuñado Juan III de Albret en él, asedio de la ciudad de Viana.[206]

PaxR 8

Ezio se enfrenta a César

Ezio se enfrentó a César en el campo de la batalla, con un intento de asesinato fallido con su hoja oculta. César huyó al castillo y Ezio estuvo al borde la muerte cuando un ataque de artillería bombardeó su zona. A pesar de ello, Ezio se dirigió al castillo, atravesando el pequeño pueblo y luchando con los soldados que encontraba por el camino.[206]

Finalmente, Ezio y César se encontraron cara a cara en las murallas del castillo. Ezio consiguió acabar con todos los soldados de César que venían a ayudar a su comandante y, además, consiguió quitarle completamente la armadura a César, dejándole indefenso. Mientras el hijo de Rodrigo vociferaba que no había hombre que pudiera matarle, Ezio afirmo que se lo dejaría a manos del destino, justo antes de arrojarle desde lo alto de las murallas hacia su muerte.[206]

Tiempo después, Ezio volvió al santuario de Villa Auditore, donde dejó una pista para la entrada en la cámara del Coliseo, permitiendo que solo aquellos con vista de águila pudieran verla.[207]

Buscando las llaves de Masyaf

Un nuevo propósito

«Alli, hace alrededor de dos siglos, nuestro entonces Mentor, Altaïr Ibn-La'Ahad, el más grande de nuestra Orden, creó una biblioteca en las profundidades de la fortaleza.»
―Extracto de la carta de Giovanni Auditore, 1458.[fte]

Con la muerte de César, los Borgia y sus planes para Italia fueron exterminados. Ezio pasó a centrarse en la Hermandad, formando nuevas vía de comunicación entre los Asesinos establecidos por toda Italia y creando nuevos métodos de entrenamiento para los nuevos reclutas.[2]

En 1509, Ezio se encontró con unos documentos de su tío Mario, encontrando una carta escrita por sus padres un año antes del nacimiento de Ezio que mencionaba una biblioteca sellada en la antigua fortaleza Asesina de Masyaf, hogar de Altaïr Ibn-La'Ahad. Con un fuerte deseo de saber más de la Orden, Ezio decidió marcharse de Italia en 1510, navegando hasta Siria.[2]

Peregrinaje a Masyaf

«Nadie se irá hasta que el Asesino esté muerto. ¿Queda claro?»
―Leandros envía a sus hombres contra Ezio, 1511.[fte]

En mayo de 1510, Ezio marchó de Roma a caballo, acompañado pro Bartolomeo y quince de sus mercenarios. Tras quince días, Ezio llegó a Bari, donde alquiló un carguero conocido como el Anaan, poniendo rumbo hasta Corfú.[208]

Durante la travesía, el carguero fue atacado por piratas para obtener su carga de especias. Ezio, junto al resto de la tripulación, consiguió derrotar a los piratas y capturar a su líder, un hombre conocido como Al-Scarab. El Anaan llegó a Corfú, desde donde Ezio planeo su viaje hacia el este, pasando por Atenas, Creta y Chipre. Sin embargo, al marchar de Creta, su barco tuvo que parar en Quíos para que se realizaran unas reparaciones a causa de una tormenta.[208]

Ezio llegó a Chipre, donde exploró la isla y el Archivo Templario. Sin embargo, cada vez se retrasaba más su viaje, por lo que Ezio dedujo que las autoridades venecianas de Chipre estaban interviniendo. Así, trató de adquirir un pequeño barco por su cuenta, pero una pelea contra los guardias hizo que quedara inconsciente.[208]

Ezio despertó en un barco, dirigido por el mismo pirata al que había derrotado meses antes, en dirección a Acre. Ezio llego allí en marzo de 1511, donde fue informado de que el camino a Masyaf estaba lleno de bandidos y mercenarios. También en ese momento aprovechó para escribir una carta a Claudia, informándole de su viaje y de que en caso de morir, no buscara venganza. Poco después, Ezio prosiguió con su viaje a la antigua fortaleza Asesina.[209]

The Hangman 8

Los Templarios dirigen a Ezio a un tablón

Ezio llegó a Masyaf, donde encontró una ciudad derruida y abandonada. Al acercarse a la fortaleza, fue atacado por los Templarios bizantinos, liderados por Leandros. En inferioridad numérica, Ezio fue capturado debido a una distracción provocada por unas alucinaciones en las que veía a Altaïr. Ezio fue entonces llevado a lo alto del castillo, donde los Templarios tenían pensado ahorcarle. Sin embargo, Ezio consiguió librarse en el último momento atando el nudo al cuello de Leandros y forzándoles a romper la soga.[209]

Ezio volvió a los cuarteles, donde recuperó su equipamiento, y se dirigió a las profundidades del castillo, donde aguardaba la biblioteca de Altaïr. Ahí, aprendió de uno de los trabajadores que trataba abrir la puerta que Leandros poseía el diario de Niccolò Polo, que contenía todo tipo de información necesaria para encontrar las llaves necesarias para abrir la puerta.[210] Ezio abandonó la fortaleza y siguió a Leandros, que trataba de escapar con un carruaje.[211]

Ezio consiguió agarrarse a una cuerda que colgaba del carruaje y subirse a él. Leandros consiguió salvar su vida saltando al carruaje de uno de sus hombres, dando comienzo a una persecución donde ambos hombres trataron de derribar el otro carruaje. Sin embargo, la batalla terminó cuando una bomba hizo que el carruaje de Ezio se descarrilara y cayera por un enorme acantilado.[212]

The Wounded Eagle 12

Ezio asesina a Leandros

Ezio, gravemente herido, consiguió llegar a una aldea cercana. Tras atravesar toda la aldea, evitando y asesinando a todos los hombres de Leandro, Ezio se enfrentó a Leandros en lo alto de una torre, asesinándole y recuperando el diario de su cuerpo. Sin embargo, también descubrió que los Templarios estaban detrás de las llaves, por lo que sin demora dio los últimos sacramentos a Leandros y marchó a Constantinopla, donde esperaba recuperar las llaves que los Templarios aún no habían conseguido.[213]

Asentándose en Constantinopla

«¡Bienvenido, hermano! Salvo que la leyenda sea falsa, eres el hombre que ansiaba conocer. ¡El conocido maestro y mentor, Ezio Auditore de bla, bla bla!»
―Yusuf da la bienvenida a Ezio en Constantinopla, 1511.[fte]

Con el diario en su posesión, Ezio viajó hasta Constantinopla por barco. Al acercarse al puerto, Ezio entabló una breve conversación con un joven estudiante acerca de la juventud del italiano hasta que una mujer llamó su atención. Desembarcando del barco en el distrito Gálata, Ezio fue recibido por el líder de los Asesinos otomanos, Yusuf Tazim.[214]

ACR Welcome 6

Yusuf da la bienvenida a Ezio

Mientras Ezio y Yusuf caminaban por el distrito, Yusuf le puso al corriente de como estaba la situación en la ciudad. El Imperio bizantino, con la ayuda de los Templarios, buscaba recuperar la ciudad del control de los otomanos, al mismo tiempo que había una guerra civil dentro de los otomanos entre el entonces sultán Beyazid II y su hijo Selim I. Los bizantinos, aprovechando la ausencia del sultán en la ciudad, decidieron lanzar ataques para recuperar Constantinopla, encontrándose Yusuf y Ezio con un grupo de bizantinos. Tras despachar rápidamente a unos pocos, un grupo de guardias otomanos apareció en escena, dando persecución a los bizantinos.[214] Ezio y Yusuf continuaron hasta el cuartel general del Gálata, donde Yusuf le presentó a varios de sus hombres y le recomendó conseguir nuevo equipamiento.[215]

La siguiente vez que se encontraron, Yusuf le hizo entrega de un gancho de muñeca al italiano y le enseño como usarlo tanto para trepar como para el combate.[216] Dispuesto a probar su maestría, Yusuf desafió al mentor a una carrera hasta lo alto de la torre del Gálata, carrera que ganó Ezio.[217] Tras la carrera, los dos fueron contactados por el Asesino Kasim, que les informó de que los Templarios habían atacado las guaridas de Asesinos del Gálata y del Gran Bazar. De camino a la guarida del Gálata, Yusuf le enseñó a Ezio técnicas de asesinato con su nueva arma. Al llegar a la guarida, Yusuf decidió tratar de defender el Gran Bazar, dejando a cargo de Ezio la defensa del Gálata.[218] Tras defender exitosamente la guarida del ataque de los bizantinos, Ezio marchó a encontrarse con Yusuf en el Gran Bazar.[219]

Sin embargo, la defensa de la guarida del bazar no había ido tan bien y Ezio, tras cruzar el Cuerno de Oro, tuvo que ayudar a Yusuf a liberarse de unos Templarios que le estaban atacando. Juntos, decidieron colaborar para reclamarlo de vuelta, momento en el cual Yusuf le enseñó a Ezio otra nueva pieza de equipamiento: las bombas. Ezio consiguió llegar hasta la guarida, dónde acabó con el capitán bizantino y encendió un fuego en la torre cercana para reclamar la guarida de vuelta.[220]

Sentinel P1 8

Ezio y su aprendiz persiguen al encapuchado

Debido a los ataques, los Asesinos perdieron varios miembros, por lo que Ezio decidió reclutar algunos ciudadanos para su causa. El primero de ellos fue un hombre que había sido encarcelado por robar comida, al que Ezio liberó tras conseguir la llave.[221] Ezio también comenzó a investigar la desaparición de varios Asesinos en el Gálata. Con la ayuda de uno de sus aprendices, Ezio encontró los cuerpos de varios de sus hermanos y hermanas asesinados con métodos de la Hermandad. Los dos Asesinos vieron a un hombre encapuchado correr, por lo que comenzaron una persecución. Sin embargo, el encapuchado consiguió escapar aprovechando un ataque de los bizantinos. Tras acabar con los bizantinos, el aprendiz le reveló la identidad del encapuchado: Vali cel Tradat, conocido como "El Centinela", un traidor que se había unido a los Templarios.[222] Considerando que el aprendiz todavía no estaba listo para enfrentarse a Vali, le encargó una misión en Bursa para perfeccionar sus habilidades.[223]

Ezio volvió a encontrarse poco después, que le enseñó como crear bombas en cualquier situación. Tras ello, Ezio le enseñó el diario de Niccolò Polo a Yusuf, explicándole que ese era su motivo por el que había viajado hasta Constantinopla. Así, Yusuf dirigió a Ezio a encontrarse con Piri Reis, un Maestro Asesino que también era cartógrafo y creador de bombas y que podía ayudarle. De Piri, Ezio obtuvo nuevos conocimientos acerca de las bombas y su elaboración, pero también la localización del antiguo puesto comercial de los Polo, que ahora se había convertido en una librería.[224]

Ezio llegó a la librería, dónde conoció a la dueña: Sofía Sartor, la mujer que había captado la atención de Ezio en la llegada a la ciudad. Mientras hablaba con ella, Ezio buscó posibles pistas en la librería, encontrando un pasadizo secreto. Ezio decidió adentrarse en el pasadizo, pidiendo a Sofía que esperara a su vuelta.[225] Ezio llegó a la Cisterna Basílica, dónde los Templarios estaban llevando a cabo la búsqueda de otra de las llaves. Explorando las catacumbas, Ezio consiguió encontrar la primera de las llaves, así como un mapa encriptado, antes de que los Templarios consiguieran hacerse con ella.[226] Ezio volvió a la librería y le enseñó a Sofía el mapa, deduciendo que eran mapas de libros de los Polo. Ezio creyó que algunos de esos libros podrían indicar la localización de las llaves, por lo que Ezio decidió colaborar con Sofía para que descodificara los mapas a cambio de que pudiera quedarse los libros al terminar.[227]

Al salir de la librería, Ezio se encontró con Yusuf y le mostró la llave. Yusuf le sugirió que la escondiera en el cuartel general, con lo que Ezio estaba de acuerdo. Yusuf le dijo a Ezio que se encontraba por el distrito con el fin de reunirse con sus aliados: ladrones, mercenarios y gitanos. Ezio decidió liberar la carga de Yusuf y le dijo al otomano que se encargaría de la reunión con los gitanos, ya que no había tenido poco contacto con ellos.[227] Usando la red de túneles, Ezio se dirigió primero al cuartel del Gálata, donde examinando la llave de la biblioteca se dio cuenta de que era un artefacto de los Isu. Gracias a él revivió una memoria de Altaïr, cuando salvó a su mentor Al Mualim del traidor Haras y se convirtió en Maestro Asesino.[228]

Curse of Romani 1

Ezio se reúne con los gitanos

Tras ello, Ezio se encontró con los gitanos, que le informaron de que los Templarios le habían robado su cofre de oro, por lo que el Asesino decidió asesinar a los ladrones con veneno para hacer creer que el oro estaba maldito. Ezio consiguió recuperar el oro y convirtió a los gitanos en sus aliados.[229] Además, Ezio también ayudó a los ladrones asesinando a un soplón entre sus filas y salvó al hijo del líder de los mercenarios, que había sido capturado por los bizantinos.[230][231]

Poco después, el aprendiz que había sido enviado a Bursa volvió de su misión e informó a Ezio de que Vali había raptado a varios Asesinos con el fin de intercambiarlos por las guaridas. Sin embargo, Ezio y el aprendiz decidieron buscar a los rehenes y liberarlos, pero descubrieron demasiado tarde que era una estratagema para alejar a los Asesinos de la guarida del Gálata. Ezio consiguió llegar hasta la guarida, donde vio a Vali y comenzó una persecución. Mientras Vali huía, el aprendiz de Ezio se abalanzó desde lo alto de un tejado, asesinándole en el acto. Con su último aliento, Vali explicó que había dejado los Asesinos después de que estos no hicieran nada cuando los otomanos masacraron Valaquia. Debido a su participación en el asesinato de Vali, el aprendiz fue ascendido a Maestro Asesino y se le encargó la defensa de la guarida del Gálata.[232]

Trabajando para el príncipe Suleimán

«Por el momento, vigila a Tarik y sus jenízaros. Pasan buena parte de su tiempo libre en el bazar y sus alrededores.»
―Suleimán y Ezio hablan de Tarik, 1511.[fte]
Uneasy meeting 1

Ezio dialoga con Suleimán

Ezio continuo trabajando con los Asesinos otomanos, lo que le llevó a infiltrarse en una fiesta organizada por el recién llegado príncipe Suleimán en la que los bizantinos tenían planteado atentar contra su vida. Disfrazado de juglar, Ezio salvó la vida al príncipe, que resultó ser el joven con el que había tenido una conversación en el barco con el que llegó a Constantinopla.[233] Sin embargo, el hecho de que los bizantinos hubieran superado tan fácil las barreras de los jenízaros, la guardia de élite otomana, hizo que Suleimán comenzara a desconfiar de su líder Tarik Barleti, por lo que Ezio comenzó a trabajar como espía para el príncipe.[234]

Al mismo tiempo, Ezio continuaba siendo aliado de Sofía Sartor con el fin de encontrar más libros. Tras ayudar a la veneciana a conseguir su mercancía de un barco retenido en el puerto, Sofía le dirigió a la basílica de Santa Sofía,[235] dónde se encontraba uno de los libros.[236] Con el libro en su posesión, Ezio descubrió otra catacumba bajo la torre del Gálata, la cual exploró y le llevó hasta otra llave.[237] Al igual que la anterior, la llave le mostró una memoria de Altaïr, en esta ocasión de los momentos después del asesinato de su maestro.[238]

Las investigaciones a Barleti por parte de Ezio le llevaron hasta el arsenal de Constantinopla, donde presenció una reunión con Manuel Palaiologos, heredero del Imperio bizantino y miembro de la Orden de los Templarios.[239] Ezio decidió obtener más información del acuerdo entre Palaiologos y Barleti, por lo que, tras causar un revuelo a las afueras del arsenal para hacer salir a la guardia,[240] decidió adentrarse, encontrando un cargamento de armas listo para ser enviado a los bizantinos.[241]

Antes de reunirse con Suleimán para darle las novedades sobre Barleti, Ezio decidió hacer una visita a Sofía para hacerle entrega del libro que había encontrado en Santa Sofía y averiguar si había descubierto más de los libros. Al llegar, la librería estaba hecha un desastre después de que unos ladrones entraran a robar y se llevaran un cuadro importante para la veneciana, por lo que Ezio decidió ir en busca del ladrón. Ezio recuperó el cuadro de un mercader y se lo entregó a Sofía cerca del acueducto de Valente, donde según Sofía había otro libro escondido cerca.[242] Ezio encontró el libro y fue hasta el foro del buey,[243] dónde otra catacumba le guio hasta la tercera llave y a una nueva memoria de Altaïr en la que se enfrentaba a Abbas Sofian y presenciaba la muerte de su esposa.[244][245]

Honor lost won v 6

Ezio asesina a Tarik Barleti

Ezio se reunió con Suleimán y, ante la información del italiano, le encargó que extrajera toda la información posible y luego lo asesinara por traición. Así, Ezio asesinó a un jenízaro para hacerse pasar por él y poder entrar a los barracones de la guardia sin problemas.[246] En el interior del barracón, Ezio localizó y asesinó a Tarik, pero las cosas no salieron como estaban planeadas. Resultó que Tarik no estaba aliado con los bizantinos, sino que planeaba emboscar a Palaiologos y su socio Shahkulu cuando menos lo esperaran. Tarik entregó información a Ezio para que pudiera acabar con los Templarios en Capadocia, con el italiano disculpándose por lo sucedido.[247] Ezio informó a Suleimán de lo sucedido, que dispuso un barco para que partiera a Capadocia en cuanto deseara.[248]

Antes de marchar, Ezio se reunió otra vez con Sofía, con la esperanza de encontrar la cuarta llave de la biblioteca. Sofía trató de convencer a Ezio a que le acompañara a un viaje de seis días junto a ella, pero Ezio no disponía de tiempo para hacer un viaje ahora mismo. Al preguntar sobre el código, Sofía envió a Ezio a comprar tulipanes blancos mientras ella terminaba de descifrarlo, prometiendo encontrarse con él cerca de la basílica de Santa Sofía. Al llegar allí, Sofía tenía preparada una merienda al aire libre, tras la que le hizo entrega de la localización de un libro cerca de la Pequeña Santa Sofía.[249] El libro le guio hasta la torre de la Doncella,[250] dónde encontró la cuarta llave de Masyaf.[251] Ezio, como ya era costumbre, revivió otra memoria de Altaïr, de cuando volvió a Masyaf tras su largo exilio.[252]

Viaje a Capadocia

Setting sail 14

Ezio se marcha de Constantinopla junto a Piri Reis

Con cuatro de las llaves en posesión, Ezio se dispuso a partir a Capadocia. Sin embargo, se encontró con Yusuf, que le informó que los jenízaros habían subido la Gran Cadena con el fin de evitar que se marchara. Yusuf le hizo entrega de una bomba especial, más potente que las que había usado, y se dirigió al puerto. Tras destrozar la cadena, Ezio comenzó a huir entre los barcos jenízaros y usando fuego griego para destruir los barcos Templarios. Ezio finalmente llegó al barco de Piri Reis, con el que emprendió su viaje a Capadocia.[253]

Ezio llegó a la ciudad de Derinkuyu, la localización que le proporcionó Tarik, y busco a los espías de los otomanos par obtener información. Por desgracia, Dilara, una de las espías de Tarik, le informó de que todos los demás habían sido capturados.[254] Cuando trató de reunirse con ella de nuevo más tarde, se enteró de que había sido capturada por Shahkulu y los bizantinos. Ezio recuperó la llave y liberó a Dilara, presenciando que muchos de los espías habían sido ejecutados por Shahkulu.[255] Antes de que pudiera torturar a más hombres de Tarik, Ezio acabó con su vida.[256]

El siguiente objetivo de Ezio fue el arsenal donde estaban las armas entregadas por los jenízaros. Ezio se infiltró y detonó la pólvora, lo que provocó el caos en Derinkuyu.[257] Manuel Palaiologos trató de salir para calmar a los ciudadanos, pero vio a Ezio y comenzó a huir. Sin embargo, Palaiologos acabó encerrado entre Ezio y una corriente de agua, sin escapatoria. Ezio ejecutó al heredero del Imperio bizantino.[258] Ezio recuperó la quinta llave del cuerpo del difunto, momento en el cual un barco apareció por la corriente de agua. En él, estaba Ahmet, el tío de Suleimán y verdadero Gran Maestro de la Orden. Ahmet se unió a la Orden con el fin de que la humanidad pensara con una sola mente y conseguir la paz. El heredero al trono otomano pidió las llaves a Ezio y amenazó con hacer daño a Sofía Sartor si no se las entregaba. Ezio se negó, por lo que Ahmet envió a varias hordas de bizantinos contra él mientras él huía de vuelta a Constantinopla. Ezio salió de Derinkuyu y examinó la llave,[259] lo que le llevó a revivir el momento en el que Altaïr entregó las llaves a Niccolò Polo durante el ataque por parte del Imperio mongol a Masyaf.[260]

Enfrentándose al príncipe Ahmet

«Estos deberían ser momentos de duelo y recuerdo, lo sé... pero nuestro enemigo no nos permite ese lujo.»
―Ezio en el funeral de Yusuf, 1511[fte]
Discovery 3

Ezio reúne a los Asesinos para enfrentarse a Ahmet

Tras volver a Constantinopla, Ezio se apresuró a la librería de Sofía, donde encontró un local completamente desvalijado y el cadáver de Yusuf, al que Ezio encargó cuidar de Sofía. Ezio dio los últimos sacramentos a Yusuf y, con ánimo de venganza, reunió a los Asesinos con el fin de acabar con Ahmet y con todos aquellos que decidieran molestar a la Hermandad. Ezio consiguió llegar hasta Ahmet, pero el otomano había escondido a Sofía y no iba a soltarla hasta que no obtuviera las llaves, por lo que consiguió convencer a Ezio de llevar las llaves a la Torre del Gálata.[261]

Ezio, decidido a no permitir que Ahmet se saliera con la suya, planeó una emboscada durante el intercambio. Reuniéndose con los Asesinos en el cementerio donde yacía Yusuf, Ezio nombró a Dogan como nuevo líder de los Asesinos otomanos y se dirigieron a las murallas cerca de la torre para realizar el intercambio. Sin embargo, Ahmet se anticipó y usó a Azize, una Asesina otomana, como cebo para hacer que Ezio soltara las llaves y evitara que la mujer cayera desde lo alto de la torre. Al darse cuenta del engaño, Ezio vio a Sofía siendo estrangulada en un patio cercano, por lo que Ezio hizo uso de su paracaídas y consiguió salvar a la veneciana. Aunque Sofía estaba confundida, Ezio no tenía tiempo para responder preguntas, por lo que cogieron un carro cercano y comenzaron a perseguir a Ahmet.[262]

Tras una larga persecución, Ezio y Ahmet cayeron por un precipicio, salvados por los pelos por un paracaídas de Ezio. Ezio, aún aturdido por la caída, cogió las llaves de Masyaf y se dispuso a enfrentarse a Ahmet. Sin embargo, antes de que pudieran hacer nada, un ejército liderado por el hermano de Ahmet, Selim, llegó. Ahmet preguntó que donde se encontraba el sultán, a lo que Selim respondió que su padre le había elegido como sucesor y arrojó a Ahmet por otro precipicio. Selim confrontó entonces a Ezio, afirmando que lo único que lo mantenía con vida era la relación con su hijo Suleimán. Ezio hizo un amago de atacar al sultán, pero Sofía consiguió frenarle y convencerle de dejarlo estar.[263]

Con las llaves de Masyaf en su posesión, Ezio se dirigió a Masyaf con Sofía. Una vez allí, uso las cinco llaves para abrir la biblioteca de Altaïr, dónde encontró el cuerpo del difunto mentor junto a un último sello de memoria, que guardaba los últimos momentos de la vida del Mentor. Del sello también aprendió la localización de su Fruto, en la parte trasera de la biblioteca. Ezio se acercó al Fruto pero, ante toda una vida en contacto con Fragmentos del Edén, decidió no cogerlo.[264]

Message 3

Ezio habla con Desmond Miles

Una luz emanó entonces del Fruto y Ezio comenzó a dirigirse a Desmond, al que mantenía en su memoria desde que escuchó su nombre en el Vaticano 12 años atrás. Ezio se quitó sus brazales y dejó su espada en el suelo, declarando que su vida como Asesino había acabado y que esperaba que todo su sufrimiento hubiera valido la pena. Por último, Ezio le dijo a Desmond que escuchara lo que sea que fuera el mensaje para él.[264]

Regreso a Constantinopla

Tras su visita a Masyaf, Ezio y Sofía volvieron a Constantinopla para terminar con los asuntos pendientes. Pese a que Selim ordenó a Ezio que se alejara de la ciudad, Suleimán consiguió permitir a Ezio una pequeña visita mientras se comportara y se marchara pronto.[208]

Así, Ezio entrenó a Dogan para que supiera como liderar el gremio y supervisó la venta de la librería de Sofía a Azize, la Asesina que había sido usada de señuelo por Ahmet. Así, la librería pasó a ser un puesto de Asesinos y Ezio escondió las llaves en la cámara bajo la librería donde encontró la primera de ellas.[208]

Últimos años

Una vida tranquila

ACA Ezio

Un Ezio retirado en 1515

Ezio y Sofía se casaron en Venecia poco después y, en 1512, volvieron a Roma, donde se encontraron con Claudia. También informó a Ezio de que el hijo de Lorenzo de Medici, Giovanni, tenía vínculos cercanos al papado. Además, decidido a dejar su puesto como Mentor, decidió designar como sucesor a Ludovico Ariosto, pese a las dudas de Claudia por su cercana relación con el esposo de Lucrecia Borgia.[208] Así, Ezio y Sofía se retiraron a una pequeña villa en la Toscana y tuvieron dos hijos: Flavia y Marcello. Ezio dedicó su vida a cuidar su viñedo y escribiendo sus memorias.[1]

A pesar de su retiro, Ezio continuó implicado en ciertos asuntos de la Hermandad, como los entrenamientos de Hiram Stoddard y Giovanni Borgia, el hijo de Lucrecia Borgia junto al Asesino Perotto Calderón, en 1515. Sorprendido por las habilidades de ambos, Ezio trató de transmitir algo de sabiduría, sobre todo al joven Borgia. Ese mismo año, Ezio recibió una carta de Miguel Ángel acerca de una conspiración Templaria, por lo que envió a Stoddard y Giovanni a lidiar con ellos, pero no fueron capaces de recuperar un artefacto en posesión de Dei Petrucci.[265]

Últimas visitas a Leonardo

Para 1519, Ezio había sufrido una infección en el pecho, lo que le hizo desarrollar una fuerte tos.[1] En ese año recibió una visita de Maquiavelo, que le reveló que Leonardo estaba en su lecho de muerte, por lo que ambos viajaron hasta Amboise, en Francia, donde se encontraba Leonardo.[208]

Amboise reunion

Ezio visita a Leonardo

A su llegada, Ezio se coló en la habitación de Leonardo y se reunió con el viejo pintor. Ezio y Leonardo hablaron durante largo rato, como el encuentro de Ezio con Lisa del Giocondo[266] o las aspiraciones de Leonardo de viajar hasta Inglaterra.[208]

Ezio y Maquiavelo se quedaron en Francia durante la siguiente semana y visitaron a Leonardo a menudo, estando con él en el momento de su muerte. Tras su marcha, se expandieron rumores de que el rey Francisco de Francia estuvo con él hasta su muerte, a lo que Ezio comentó que incluso un rey haría cualquier cosa por un poco de publicidad.[208]

Mentor de Shao Jun

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Un Ezio mayor atiende su viñedo

Ezio dedicó sus últimos años de vida en su villa, cuidando de su viñedo y sus hijos mientras Sofía le cuidaba. Un día de 1524, Sofía y Marcello marcharon a ver a Claudia, dejando a Ezio con Flavia. Ezio estaba recolectando la cosecha cuando vio una figura misteriosa acercarse a Flavia, por lo que el Asesino no duró y se abalanzó sobre el encapuchado. Sin embargo, Ezio se tranquilizó cuando pudo ver la insignia Asesina en el collar del encapuchado.[1]

La encapuchada se identificó como Shao Jun, una Asesina china que había viajado hasta Italia junto a su mentor para aprender como unir a los Asesinos en su tierra natal. Ezio se negó, habiendo dejado esa vida atrás, pero le permitió quedarse esa noche gracias a la insistencia de Sofía. A la mañana siguiente Ezio encontró a Shao Jun leyendo una carta suya en su estudio, lo que enfureció al italiano que pidió a Shao Jun marcharse.[1]

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Ezio y Jun en Florencia

Shao Jun recitó unas palabras de la carta que Ezio había escrito, lo que hizo reflexionar al viejo Auditore. Ezio pidió entonces que le acompañara a Florencia mientras hacía unos recados. Ezio y Jun hablaron de la importancia de la Hermandad y del sacrificio de los Asesinos para hacer un mundo mejor en la plaza donde asesinaron a los familiares de Ezio.

Ezio y Jun fueron asaltados entonces por un soldado del Imperio chino, pero Shao Jun fue capaz de derrotarle en combate. Jun explicó que era una concubina que escapó al unirse a la Hermandad y que el soldado trabajaba para el emperador. Ezio, esperando que la persecución por parte de los hombres del emperador no acabar ahí, hizo que Sofía y sus hijos se marcharan a casa de Maquiavelo, con Jun y Ezio quedándose en la casa para defenderla.

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Ezio entrena a Shao Jun

Ezio enseñó a Shao Jun varias técnicas de combate y sigilo para que acabara con los Templarios conocidos como los Ocho Tigres, que dominaban China.[267] Esa misma noche, Ezio y Jun defendieron la villa de los soldados chinos y, por la mañana, Ezio le hizo entrega de una caja precursoara, advirtiéndole de que no la abriera salvo que no supiera que hacer.[1] Lo que Jun no sabía es que la caja estaba vacía, pues era una manera de decirle que solo ella tenía el poder de decidir cuál iba a ser su destino.[267]

Muerte

«Estoy en casa.»
―Ezio a Sofía en Florencia, 1524.[fte]
ACE-V 14

Ezio fallece en el banco

En sus últimas horas de vida, Ezio decidió ir a Florencia a acompañar a Sofía y Flavia de compras. Ezio se sentó en un banco, sintiéndose mal, pero restándole importancia a las sugerencias de Sofía de que se tendría que haber quedado en casa, afirmando que ya estaba en ella. Sofía y Flavia se marcharon a comprar y un hombre joven se acercó a Ezio, quejándose de las mujeres florentinas. Ezio sugirió que el problema era él y no la ciudad. Inmediatamente, Ezio sufrió un ataque y se agarró el pecho con dolor.[1]

El hombre agarró la mano de Ezio y le dijo que tuviera coraje y descansara, antes de marcharse. Sentado en el banco y respirando a duras penas, Ezio miró a Sofía y Flavia. Ezio sonrió, viendo a sus seres queridos y apoyó la cabeza en el banco, muriendo pacíficamente tras una vida dedicada a la Hermandad.[1]

Legado

«¿Quiénes somos, quién ha hecho que compartamos así nuestras historias? ¿Hablar a través de los siglos? Quizá tú llegues a responder todas las preguntas que he formulado.»
―Ezio habla a Desmond, 1511.
Ezio statue

Una estatua de Ezio en la oficina del Mentor en el año 2000

Las acciones de Ezio lo convirtieron en uno de los miembros más importantes de la historia de la Orden junto a Altaïr. Debido a sus esfuerzos, la presencia de los Asesinos en Europa se vio fuertemente reforzada, en lo que podría considerarse como una época dorada para los Asesinos. Además, sus descendientes siguieron ocupando grandes puestos en la Orden, siendo el último ejemplo el de William Miles como Mentor de la Orden.[4] En el año 2000, una estatua de Ezio se encontraba en la oficina del Mentor asesino en Dubái, junto a las de otros asesinos relevantes.[268]

Ezio dejó además un códice detallando todos los eventos de su vida conocido como el Códice del Profeta. En 2002, fue localizado en la biblioteca de Iván el Terrible en Moscú, protegido por los Asesinos, pero el agente Templario Daniel Cross fue capaz de robarlo y entregárselo a Industrias Abstergo.[269]

Ezio adquirió relevancia de nuevo en 2012, gracias al Animus. Ese año, Clay Kaczmarek y posteriormente Desmond Miles, descendientes de Ezio, revivieron sus memorias. Clay, obligado por Abstergo a revivir sus memorias, consiguió obtener varios archivos y esconderlos en sus sesiones antes de suicidarse. Desmond, por otra parte, exploró sus memorias con el fin de heredar sus habilidades a través del efecto sangrado, pero sus objetivos cambiaron cuando vivió la reunión de Ezio con Minerva en el Vaticano.[3] Así, Desmond encontró la localización del Fruto de Ezio[4] y la del Gran Templo[270] con el fin de evitar el Segundo Desastre del que Minerva había avisado. Desmond acabaría dando su vida dentro del Gran Templo, salvando a la humanidad de una segunda catástrofe.[271]

Abstergo Entertainment recuperó en 2013 el material genético de Desmond y consideró usar a Ezio en una de sus producciones debido a su apariencia, su carisma y su espíritu, pero acabaron rechazando el proyecto debido a que predicaba un credo contrario a las creencias de la empresa.[272] Además, al año siguiente, la CCO Melanie Lemay sugirió usar a Ezio como personaje en una serie centrada en asesinos en serie.[273]

En 2017, Juhani Otso Berg revivió las memorias de Ezio junto a las de otros asesinos importantes en la sede de Montreal para aprender las habilidades de los Asesinos y así poder tener el conocimiento para convertirse en la Cruz Negra.[266]

Entradas en la base de datos

Assassin's Creed II

Fecha de nacimiento: 1459.

Ocupación: estudiante, noble.

En 1474, en su diario, Maria Auditore da Firenze, una de las grandes cronistas de Florencia y madre de Ezio, definió a este como "competitivo, terco y malhablado, pero tan apasionado que es imposible echarle nada en cara". Las quejas de varios patricios ante la guardia de la ciudad sugieren que además eran un donjuán.

Ezio tuvo como profesor al gran banquero Giovanni Tornabuoni. Pero su expediente escolar se interrumpe a los 17 años, momento en el que su nombre se relaciona con un terrible crimen.

Recurriendo a los archivos resulta imposible averiguar qué ocurrió. A partir de ese momento, Ezio desapareció por completo de la historia, como si nunca hubiera existido

Assassin's Creed: La Hermandad

ACB DB Ezio Auditore
Fecha de nacimiento: 1459.

Ocupación: Asesino.

Nacido en una familia noble, la experiencia de Ezio sobrepasó muy pronto su elevada educación. Aunque no hay nada en los libros de historia después de su adolescencia, cuando Ezio partió de Florencia tras la ejecución de su padre y sus hermanos, ahora sabemos que llevó a su madre María y a su hermana Claudia a la villa de su tío Mario en Toscana.

Entrenado como Asesino, se preparó para dar caza a los templarios, los hombres que habían ordenado la ejecución de su familia. Y así lo hizo: les mató uno a uno hasta llegar a su líder, el propio Rodrigo Borgia.

Con la ayuda de su tío y los otros Asesinos, descubrió el plan de Rodrigo para abrir una antigua cripta bajo el Vaticano, que supuestamente llevaba ante el mismo Dios. Ezio venció a Rodrigo, entró en la cripta solo y habló con Minerva, perteneciente a una antigua raza que existió antes que los hombres.

Todo esto suena increíble, parece un cuento, ¿verdad? Por suerte, tenemos los registros del Animus para probarlo, así que no lo hemos soñado, ni nada por el estilo. A menos que sigamos soñando.

Assassin's Creed: Revelations

ACR Ezio Database Image
Ezio Auditore da Firenze, hijo de Giovanni y María. Nacido dentro del lujo y ocio en 1459, Ezio se pasó los primeros 17 años de su vida afinando su personalidad y apariencia deslumbrantes. Las mujeres le encantaban, el vino le extasiaba, y la política le aburría. Las calles de Florencia eran su hogar, y dudo que haya tenido mucho interés en nada fuera de sus paredes. Pero todo eso cambió en 1476 cuando, bajo falsos cargos de traición, su padre y hermanos fueron encarcelados y sentenciados a muerte. Fue entonces que Ezio descubrió la verdad sobre su amado padre - que era un Asesino, parte de un grupo de élite de combatientes libres dedicados a preservar y proteger la libertad humana y el ejercicio del libre albedrío. Posteriormente a la brutal ejecución de su padre a manos de un antiguo amigo, Ezio pasó a la clandestinidad y se unió a los Asesinos por sí mismo.

Durante las siguientes tres décadas Ezio se dedicó a dos objetivos paralelos - a encontrar y matar a Rodrigo Borgia, el hombre responsable por la muerte de su padre y hermanos, y a fortalecer la Orden Asesina. Rodrigo probó ser un reto, y le tomó a Ezio unos veinte años acorralarle y quitarle los colmillos, para cuyo punto la sed de venganza de nuestro héroe había disminuido. Pero el no encargarse de Rodrigo resultó ser una extraña bendición, porque fue a través de la intromisión del anciano que Ezio tuvo su primer encuentro con Los Que Vinieron Antes, una misteriosa raza que vivió muchos milenios antes de los registros de la historia humana. Ezio no entendió los mensajes dejados atrás por la Primera Civilización, pero tampoco olvidó lo que vio. Y se hizo también con un muy interesante artefacto para sus dolores - el Fruto del Edén.

Poco después de perdonar la vida de Rodrigo, el hijo del Papa César lanzó un ataque sobre la villa de la familia Auditore, matando al tío de Ezio, Mario, y robando el Fruto del Edén. Eso le dolió. Hincó profundo. Y le tomó a Ezio otra media década recuperar el Fruto y borrar a César de la faz de la tierra. Pero después de eso, todo fue bueno en mayor parte. Tanta paz como un Asesino podía esperar. Ezio se pasó los siguientes años apuntalando sus recursos, entrenando a sus reclutas, y puliendo sus habilidades como Maestro y Mentor.

Como Ezio maduró en estos años posteriores, lo hicieron muchas de sus extrañas habilidades, no menos importante era una rara forma de percepción extrasensorial - tú sabes, lo que los Asesinos llamamos "Sentido de Águila" en su forma más robusta. No podemos estar seguros de dónde proviene el Sentido de Águila, pero tenemos algunas ideas. Rezagos de antiguos vínculos entre nuestros antepasados y Los Que Vinieron Antes, probablemente. Es difícil decir cómo, pero la realidad es más extraña que la ficción. En cualquier caso, el Sentido de Águila era fuerte con Ezio. Pude saborearlo por mí mismo, en el corto tiempo que pasé con él, pero como mi vínculo con él era más débil que el tuyo, nunca tuve la experiencia completa. Pero tú Desmond, a causa del efecto sangrado, tu tiempo con Ezio - y con Altaïr - despertaste tus sentidos latentes de pocas maneras que podrías haber imaginado. Puedes agradecerle al señor Auditore por eso. Por hacer todos sus deberes, tú ya no tienes que.

Assassin's Creed III

AC3 Ezio Auditore Database Image
N. 1459

Ezio Auditore de Florencia fue maestro Asesino durante el Renacimiento italiano, además de heredero de la misteriosa habilidad de la "vista de águila", y antepasado tuyo.

Ezio fue un vividor en sus años mozos, pero su vida cambió en 1476 cuando su padre y sus hermanos fueron arrestados y ejecutados por traición. Ezio intentó salvarlos, pero las pruebas que les exculpaban desaparecieron misteriosamente en manos de un "amigo" de la familia. Fueron ahorcados ante los ojos de Ezio.

Ezio huyó con su madre y su hermana a Monteriggioni, donde se refugió con su tío, Mario Auditore. Ezio en principio pretendía continuar su viaje y establecerse en España, pero Mario tenía otros planes. Era el líder de la hermandad italiana de Asesinos, y pasó los años siguientes entrenando a Ezio y convenciéndole de que le ayudase a luchar contra los templarios responsables de la muerte de su padre y sus hermanos.

Ezio se pasó la siguiente década asesinando a templarios de cada vez mayor rango, hasta acorralar al gran maestre templario, Rodrigo Borgia, en Venecia en 1487. Borgia escapó, pero Ezio pudo recuperar un Fruto del Edén e ingresó formalmente en la orden de los Asesinos.

Tras varios reveses a lo largo de los siguientes años, Ezio viajó a Roma en 1499 para enfrentarse con Rodrigo, que por aquel entonces se había convertido en el papa Alejandro VI. Tras derrotar a Rodrigo (aunque le perdonó la vida), Ezio abrió una bóveda oculta bajo la Capilla Sixtina. Allí descubrió un mensaje dejado por la Primera Civilización, advirtiendo de una catástrofe que amenazaría con erradicar a la humanidad. (Sí, la catástrofe a la que nos enfrentamos ahora mismo.)

A lo largo de las dos décadas siguientes, Ezio se ocupó de reforzar la hermandad italiana de Asesinos y de luchar contra los templarios (que es más o menos lo que hacemos nosotros). Uno de sus mayores logros fue descubrir una biblioteca secreta que pertenecía a Altaïr, oculta bajo la antigua fortaleza de los Asesinos en Masyaf, que contenía otro mensaje de la Primera Civilización. Se retiró de la hermandad poco después, con lo que se podría decir que se despidió a lo grande.

También era tremendo saltando.

Ezio murió en Florencia en 1524.

Assassin's Creed Chronicles: China

ACC China DB Ezio Auditore
Ezio Auditore da Firenze (1459-1524) fue un noble italiano nacido en Florencia. Fue el Mentor de la Hermandad italiana de Asesinos desde 1503 a 1513.

Ezio permaneció inconsciente de su herencia Asesina hasta la edad de 17 años, cuando presenció la ejecución de su padre y sus dos hermanos. Él huyó con su madre y su hermana a la Villa Auditore, en la ciudad toscana de Monteriggioni.

Después de conocer su herencia, Ezio comenzó su entrenamiento Asesino y emprendió una búsqueda de venganza contra la Orden Templaria, y su Gran Maestre, Rodrigo Borgia.

Ezio lideró una guerra contra los Templarios en varias ciudades italianas y fue clave en la caída de los Borgia.

Los años que siguieron, Ezio inició una búsqueda para redescubrir la historia perdida de la Orden y revelar varios secretos del pasado de los Asesinos y la Primera Civilización.

Después de encontrar paz y llegar a una edad mayor, Ezio se retiró y residió en una villa de la Toscana con su esposa, Sofía y sus dos hijos. Es ahí cuando conoció a Shao Jun.

Assassin's Creed: Rebellion

El mentor italiano

Ezio Auditore da Firenze era un noble florentino del Renacimiento que acabó por convertirse en mentor de la Hermandad de los Asesinos italiana.

Ezio no fue consciente de los lazos que vinculaban a su familia con la Hermandad hasta los 17 años, cuando presenció el injusto ahorcamiento de su padre y dos de sus hermanos a manos de los templarios. Forzado a abandonar su hogar, se refugió en la ciudad de Monteriggioni con su tío Mario, que le ayudó a comenzar su entrenamiento como Asesino.

Pronto supo todo lo necesario sobre el Credo y las técnicas de la Hermandad y reveló un talento natural que le llevó a convertirse en un maestro Asesino. Es entonces cuando Ezio se embarcó en una misión de venganza contra la Orden de los templarios y Gran Maestre, el español Rodrigo Borgia, que fue quien dio la orden de ejecutar a sus familiares.

En uno de sus viajes para luchar contra los templarios, Ezio llegó a España, donde ayudó a la Hermandad local en su lucha contra una Inquisición manejada desde las sombras por los templarios.

Personalidad y características

Ezio fue criado en la nobleza florentina, ignorando la existencia de los Asesinos y la pertenencia de su padre a ellos. Aunque Ezio vivió una vida de lujos, no mostraba rasgos de ser un niño consentido que otros nobles tenían, sino que más bien era un encantador joven que obedecía a sus padres y que siempre buscaba ayudar a sus amigos. Era extrovertido y con muchos amigos, aunque al principio era muy tímido. Ezio también era muy ágil, al igual que su padre, pero se desconoce de quien obtuvo sus habilidades para correr por los tejados con relativa facilidad.[3]

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Ezio grita su nombre tras asesinar a Uberto Alberti

En sus inicios en la Orden, Ezio era un joven frecuentemente cegado por la ira ante los asesinos de su padre y hermanos. A Uberto Alberti lo apuñaló repetidamente en el pecho y gritó al cuerpo de Vieri tras asesinarle. Sin embargo, Ezio fue capaz de controlar sus emociones poco a poco hasta el punto de controlarlas completamente para cuando se convirtió en Maestro Asesino.[3]

Para cuando Ezio se enfrentó a Rodrigo en 1499, Ezio había dejado de lado completamente su sed de venganza y había encontrado en la Orden un propósito mayor. Desde ese momento, se centró más en buscar la fraternidad dentro de la Hermandad y en la prosperidad de ella que en cualquier tipo de gloria personal.[4] Ezio llevó el código Asesino a rajatabla, perdonando en varias ocasiones la vida de personas que consideraba que no merecían morir, aunque esto le llevó a equivocarse con algunas personas como con Micheletto o Torquemada.[87]

Con el paso de los años, Ezio se volvió más callado y distante salvo con aquellos de su círculo más cercano. Tanto es así que aunque con su familia y amigos se volvió más cariñoso, se volvió más receloso de extraños como Shao Jun. Esto tiene que ver en parte con su edad, pero también por querer dejar atrás su vida como Asesino.[1]

Además, durante los últimos años de su vida, Ezio parecía haber aceptado ya la muerte, preparando una carta para cuando él muriese y confesando a Sofía que tenía miedo de no tener tiempo a hacer nada.[1]

Equipamiento y habilidades

«Aunque es antiguo, se trata de un objeto bastante avanzado. Nunca había visto nada parecido.»
―Leonardo da Vinci habla de la hoja oculta de Ezio, 1476.[fte]
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Ezio con su atuendo romano

Ezio fue un Asesino muy habilidoso y experimentado que llegó a dominar muchas destrezas, como el robo, la infiltración, el combate, el sigilo, las técnicas de asesinato, el combate a distancia y la carrera libre. De su padre heredó su atuendo de Asesino, con el que estuvo muchos años y el cual mejoró con varios armaduras y tintes. Además, gracias a Leonardo, tuvo acceso a muchos artilugios como dos hojas ocultas, cuchillos arrojadizo, dagas, cañones de mano, hojas envenenadas...[3]

Ezio además tenía la capacidad de usar la vista de águila, que le permitía diferenciar entre amigos y enemigos y ver peligros.[3] Con el tiempo, Ezio desarrolló este sentido y adquirió habilidades sobrenaturales como predecir las rutas de patrullas enemigas o ver a través de máscaras y disfraces para descubrir a impostores.[5]

Ezio también consiguió la armadura de Altaïr Ibn-La'Ahad, después de visitar seis tumbas de Asesinos y usar sus sellos para abrir una cripta en Monteriggioni en algún punto entre 1491 y 1499.[3] Sin embargo, la armadura, así como gran parte de su equipamiento, fue perdido durante el asedio de Monteriggioni en el año 1500.[4]

En Roma, Ezio adquirió un nuevo atuendo que mezclaba elementos del heredado de su padre con la armadura de Altaïr. Además, también obtuvo un nuevo brazalete para la hoja oculta y una ballesta. Fue en Roma donde adquirió también la armadura de Bruto, otra armadura legendaria escondida en las guaridas de Rómulo. Además, siguió trabajando con Leonardo, que le diseñó paracaídas y dardos envenenados.[4]

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Ezio salta por encíma del Tíber

Desde joven, Ezio siempre fue muy ágil y acrobático. Ni siquiera la edad pudo frenar a Ezio, que entrado a los 40 años seguía siendo un corredor excelente. Tanto es así que llego a ganarse un estatus legendario entre los ladrones romanos y tuvo que demostrarles que de verdad era capaz de todo aquello que se decía de él.[4]

Ezio era además increíblemente resistente al dolor. Durante el asedio de Monteriggioni, Ezio fue capaz de sobrevivir a varios disparos en el pecho y enfrentarse a varios enemigos para salvar a la gente de Monteriggioni. Ezio era visto como un combatiente con mucha fuerza y resistencia que podía despachar a muchos enemigos a la vez. Así, su fuerza no solo era física sino también mental, ya que podía controlar los Fragmentos del Edén sin que estos le corrompieran ni tuvieran efectos en él, probablemente debido a su linaje Isu.[4]

En 1511, con 52 años, Ezio seguía manteniendo sus habilidades atléticas y de combate. Además, aprendió de Piri Reis y Yusuf Tazim el arte de fabricar bombas de distintos tipos. Además, consiguió recuperar la armadura de Ishak Pasha después de recuperar sus memorias repartidas por Constantinopla.[5]

Cuando Ezio se retiró de la Hermandad, la inactividad hizo que los años comenzaran a pesarle, lo que hizo que la salud de Ezio empeorara mucho en la siguiente década. Para 1524, Ezio apenas podía correr por el viñedo sin que le faltara el aire cuando antes habría podido esprintar durante muchos metros. Aun así, Ezio seguía manteniendo sus habilidades de combate, despachando a tres soldados chinos. Sin embargo, de no haber sido por Shao Jun, un cuarto asaltante le habría asesinado, ya que había perdido la fuerza que tenía años atrás.[1]

Probablemente fuera este último combate contra los soldados chinos la gota que colmó el vaso para la salud de Ezio, pues no mucho después finalmente falleció tras una parada cardiorrespiratoria.[1]

Vida amorosa

Ezio era conocido por ser atractivo y un mujeriego. Aunque mucha parte de su vida estuvo dedicada a la Hermandad, eso no impidió que el florentino tuviera numerosos amoríos con mujeres en su mayoría italianas.[3][6][20] Algunos encuentros amorosos incluyen a Viola de Pazzi, la hermana de Vieri, y sobre todo con Cristina Vespucio, su primer gran amor.[3]

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Ezio y Cristina se besan

Ezio y Cristina mantenían una relación estable contra los deseos del padre de Cristina, pero esta se vio interrumpida cuando Ezio tuvo que marcharse de Florencia tras el asesinato de su familia.[3] Cuando Ezio volvió dos años más tarde, Cristina estaba prometida a Manfredo Soderini. Cristina esperaba que Ezio la convenciera de ir con él, ya que ambos se amaban, pero Ezio decidió dejar a Cristina casarse con Manfredo para no involucrarla en su vida.[4]

En los años siguientes, Ezio tuvo una breve relación con Amelia, una joven de Forlì. Fue en Forlì también donde conoció a Caterina Sforza, duquesa del lugar, aliada de los Asesinos y futura amante de Ezio. También tuvo un pequeño noviazgo con Rosa, una ladrona veneciana a la que conoció cuando le robó su dinero nada más llegar a la ciudad. Además, durante el carnaval, Ezio flirteó con varias cortesanas de la hermana Teodora.[3]

En Venecia, Ezio tuvo otro encuentro con Cristina, que acudió al carnaval de 1486. Ezio engañó a Cristina para reunirse con él, haciéndola creer que era Manfredo. Sin embargo, cuando Cristina descubrió la identidad de Ezio se enfureció, argumentando que si de verdad la quería debería haber evitado que se casara con Manfredo. Cristina se marchó y ordenó a Ezio no volver a hablar con ella, lo que partió el corazón al florentino.[4]

Ezio y Cristina se encontraron una vez más en 1497, en Florencia, durante la hoguera de las vanidades. Ezio encontró a un Manfredo herido y este le contó que los hombres de Savonarola le habían atacado a él y a Cristina. Ezio llegó hasta Cristina, pero ya era demasiado tarde. Antes de morir, Cristina le dijo que le habría gustado tener una segunda oportunidad juntos.[4] Años después, Ezio escribió que notó que algo murió con él ese día.[5]

Vilified 1 v

Ezio y Caterina en la cama

Para el año 1500, la relación entre Ezio y Caterina se había estrechado y tuvieron un encuentro íntimo en Villa Auditore la noche antes del asedio a Monteriggioni.[4] Tras su captura, Ezio cayó en una depresión, comenzando a cuestionarse si Caterina de verdad lo amaba o si simplemente lo estaba usando. Por desgracia, las suposiciones de Ezio se confirmaron cuando Caterina le informó que el encuentro que tuvieron era meramente de interés político. Aunque no hubo más relación amorosa entre ambos, permanecieron como aliados por el bien de Caterina y de la Hermandad.[145]

En 1504, Ezio conoció a Lisa del Giocondo cuando le encontró inconsciente tras una emboscada de los Borgia. Permaneciendo allí unos días, Ezio y Lisa se volvieron muy cercanos, aunque no pasó nada entre ambos, ya que Ezio respetó la fidelidad de Lisa a su marido.[266]

Homecoming 3

Ezio con Sofía Sartor

En 1511, Ezio conoció a la que se convertiría en su esposa y madre de sus dos hijos: Sofía Sartor. Ezio la vislumbró al llegar al puerto de Constantinopla, habiendo llegado la veneciana recientemente desde Rodas. El destino hizo que los dos se encontraran más tarde, cuando la librería de Sofía tenía un pasadizo secreto que guio a Ezio hasta una de las llaves de Masyaf. Ezio y Sofía formaron una pequeña alianza en la que Sofía ayudaba a Ezio a encontrar los libros de los Polo escondidos y Ezio permitía quedárselos cuando acabara con ellos.[5]

La relación entre ambos puso en peligro la vida de Sofía, que fue raptada por Ahmet aprovechando que Ezio había marchado a Capadocia a asesinar a Manuel Palaiologos. Ezio consiguió rescatar a Sofía y, tras recuperar las llaves y acabar con Ahmet, viajó junto a Sofía a Masyaf.[5] Tras abrir la biblioteca, Ezio se retiró finalmente de la Orden y se mudó con Sofía a una pequeña villa a las afueras de Florencia, donde tendrían dos hijos y pasarían el resto de su vida hasta la muerte del Auditore en 1524.[1]

Curiosidades

Assassin's Creed II

  • Ezio proviene del griego aetos, que significa "águila". Esto sigue la tendencia de Altaïr de tener un nombre de ave, siendo Altaïr "el que vuela" y siendo además la estrella más brillante de la constelación Aquila, que significa también "águila".
    • Así mismo, Auditore es "el que escucha" y es un apellido derivado de una posición otorgada a los jueces.
  • De acuerdo al manual, Ezio mide 1,83 metros y pesa alrededor de unos 75 kg.
  • Ezio solo se quita la capucha durante las cinemáticas si porta la túnica de su padre. Por tanto, no lo hará con la armadura de Altaïr ni otros atuendo modificados del Animus.
  • Se puede dar un bu en el cual tras la misión de mezclarse con Paola, la capucha de Ezio aparezca bajada cuando no deba, mostrando que es el mismo modelo de personaje que para Desmond.
  • Las animaciones mientras usa el atuendo florentino son similares a la de Desmond, mientras que las que usa cuando lleva la túnica de su padre son más parecidas a las de Altaïr.
  • Durante la pelea con Vieri, Ezio recibe una cicatriz en su labio que permanecería con él el resto de su vida. Sin embargo, en Renaissance, la herida que recibe es en la frente.
    • También en Renaissance se menciona que Ezio tiene los ojos grises, mientras que en Assassin's Creed II, La Hermandad, Revelations y Embers, Ezio tiene los ojos color ámbar.

Assassin's Creed: La Hermandad

  • Aunque Ezio recibió la quemadura de iniciación a la Orden en su dedo anular izquierdo, en ningún momento se puede ver ni en este juego ni en el resto de medios.
  • Ezio probó que tenía cierta fluidez en francés gracias a unas jóvenes francesas en Florencia.
    • Cuando Ezio se infiltra en el campamento del barón de Valois, un guardia le pregunta a Ezio que de dónde es debido a su acento peculiar. Ezio responde que es de Montreal, lo cual es una referencia a Ubisoft Montreal, principal responsable de la saga Assassin's Creed.
  • En el arte promocional, Ezio porta dos brazaletes idénticos de la hoja oculta, pero en el juego es imposible conseguir un brazalete idéntico para su brazo derecho.
  • En novela de La Hermandad, Ezio pierde todas sus posesiones, incluidas las invenciones de Leonardo. Sin embargo, en el juego solo pierde la armadura de Altaïr, su segunda hoja oculta y el cestus de metal.

Assassin's Creed: La cruzada secreta

  • Ezio es brevemente mencionado en La cruzada secreta, apareciendo en el barco a Constantinopla antes de volver a su habitación para leer el diario de Niccolò Polo.

Assassin's Creed: Revelations

  • Ezio prescinde de su capa por primera vez, aunque si portaba una antes de ser capturado por los Templarios de Masyaf.
  • Revelations es la única entrega de la franquicia en la que el atuendo de Ezio predeterminado no es blanco.
  • La segunda hoja oculta de Ezio, que es destrozada al principio del juego, puede seguirse viendo en el corredor del Animus en los tiempos de carga.
  • Ezio usaba el turco en ocasiones para hablar con ciudadanos, contactos y sus propios aprendices.
  • Ezio demostró una gran capacidad para tocar el laúd.
    • En la fiesta al príncipe Suleimán, Ezio, infiltrado de juglar, cantó varias canciones de personas notables de su pasado, incluyendo a los Borgia, los Pazzi, Caterina Sforza y Duccio.
  • Independientemente del tinte y la armadura que llevara Ezio, estas volvían a su estado predeterminado en las cinemáticas en las que Ezio escribía a Claudia.

Assassin's Creed III

  • La túnica de Ezio está disponible para comprar en Assassin's Creed III por 30 puntos de Uplay.
  • Aquiles Davenport menciona a Ezio durante una conversación con Connor acerca de la historia de los Asesinos.
  • En las visiones que Juno enseña a Desmond en el Gran Templo, Ezio aparece hablando con Minerva con su atuendo romano, aunque en ese momento llevaba la armadura de Altaïr.

Assassin's Creed Chronicles: China

  • Roger Craig Smith, el actor de voz inglés de Ezio, no dobló al italiano en Assassin's Creed Chronicles: China, lo que decepcionó a los fans. Como respuesta, Loomer, un miembro de la comunidad de Assassin's Creed inglesa, contactó con Smith y colaboró con él para grabar un video conocido como The Training of Shao Jun.

Soulcalibur V

  • Ezio aparece en el videojuego de pelea Soulcalibur V como luchador invitado. En él, lleva su atuendo romano y usa todas las armas a su disposición durante ese tiempo.
    • En esta ocasión, Ezio es más parecido a las imágenes promocionales, llevando dos brazaletes idénticos.
  • La historia de Ezio en Soulcalibur habla de como el Asesino interceptó un ataque Templario contra la reina Isabel de Castilla y, al tocar un artefacto desconocido, se transportó en el tiempo hasta finales del siglo XVI.

Otros

  • Darby McDevitt, escritor jefe de Revelations, reveló que probablemente Ezio tuviera hijos fuera de su matrimonio con Sofía. En efecto, uno de estos lineajes daría lugar a Clay Kaczmarek.
    • McDevitt también confirmó que Altaïr y Ezio no eran familia, sino que venían de distintas partes del linaje de Desmond.
  • El atuendo de Ezio de Assassin's Creed II se puede desbloquear en varios otros juegos, como en Prince of Persia: Las Arenas Olvidadas (desarrollado también por Ubisoft Montreal), LittleBigPlanet (donde también está disponible el atuendo de Revelations) o en PlayStation Home. Además, el atuendo de Revelations también aparece en Final Fantasy XIII-2.
  • Ezio apareció en el anuncio de Long Live Play de Sony, donde varios personajes de videojuegos aparecían para dar gracias a Michael, un gamer. En él, Ezio da las gracias a Michael por ayudarle cuando los Templarios asesinaron a su familia y acto seguido coreó su nombre junto al resto de personajes.
  • La mayoría de relaciones amorosas de Ezio sirvieron como modelos para varios pintores: Cristina Vespucio para Sandro Botticcelli en varios cuadros, Caterina Sforza para Lorenzo di Credi en La dama dei gelsomini, Lisa del Giocondo para Leonardo da Vinci en La gioconda y Sofía Sartor para Alberto Durero en Retrato de una joven veneciana.

Apariciones

Referencias

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  1. 1,00 1,01 1,02 1,03 1,04 1,05 1,06 1,07 1,08 1,09 1,10 1,11 1,12 1,13 Assassin's Creed: Embers
  2. 2,0 2,1 2,2 Assassin's Creed Encyclopedia
  3. 3,00 3,01 3,02 3,03 3,04 3,05 3,06 3,07 3,08 3,09 3,10 3,11 3,12 3,13 3,14 Assassin's Creed II
  4. 4,00 4,01 4,02 4,03 4,04 4,05 4,06 4,07 4,08 4,09 4,10 4,11 Assassin's Creed: La Hermandad
  5. 5,0 5,1 5,2 5,3 5,4 5,5 Assassin's Creed: Revelations
  6. 6,0 6,1 Assassin's Creed: Lineage
  7. IIBase de datos: Palacio Auditore
  8. 8,0 8,1 La HermandadUna segunda oportunidad
  9. 9,0 9,1 IICosas de críos
  10. IISi vieras cómo quedó el otro...
  11. IIRivalidad fraterna
  12. 12,0 12,1 IIRonda nocturna
  13. IIRecadero
  14. IIEl secreto de Petruccio
  15. IILección de honor
  16. IIAmigo de la familia
  17. IIEntrega especial
  18. 18,0 18,1 IIPájaro enjaulado
  19. 19,0 19,1 IIReliquia familiar
  20. 20,0 20,1 20,2 20,3 20,4 20,5 Assassin's Creed: Renaissance
  21. IIEl último hombre en pie
  22. 22,0 22,1 IIAdaptación
  23. 23,0 23,1 IIUn as en la manga
  24. La HermandadEl funeral
  25. IIJuez, jurado y verdugo
  26. IIArrivederci
  27. IIViajar en compañía
  28. IIEntrenar es la clave
  29. 29,0 29,1 IIEl que la hace...
  30. 30,0 30,1 30,2 IICambio de planes
  31. 31,0 31,1 La HermandadPadrino
  32. 32,0 32,1 La HermandadPersona Non Grata
  33. IIPredica con el ejemplo
  34. IILa caza del zorro
  35. IINos vemos allí
  36. IIEl secreto de Novella
  37. IILobos con piel de cordero
  38. IIAdiós a Francesco
  39. IILos pies en el suelo
  40. IIUna hoja con muesca
  41. IIManiobras evasivas
  42. IIPregonero
  43. IIPuertas cerradas
  44. IIJuega si te atreves
  45. IIEl hábito no hace al monje
  46. IIInvasión del hogar
  47. IICon amigos como estos...
  48. IIUn largo viaje
  49. IIVacaciones en la Romaña
  50. IIJuegos ecuestres
  51. IITodos a bordo
  52. IIBenvenuto
  53. 53,0 53,1 IIEsto va a dejar marca
  54. IIJuego de construcción
  55. IIEvasión
  56. IILa ropa hace al hombre
  57. IILimpieza general
  58. IIMono de imitación
  59. IISaltos y rebotes
  60. IITodo debe funcionar
  61. IIDios los cría...
  62. IISi a la primera no sale...
  63. IISin riesgo no hay ganancia
  64. IIUn buen comienzo lo es todo
  65. IIAviador ocasional
  66. 66,0 66,1 IISaber es poder
  67. IIDamiselas en apuros
  68. IILa monja más lista
  69. IIA la carrera
  70. IICapturar la bandera
  71. IIRedada de lazos
  72. IILos tramposos nunca prosperan
  73. 73,0 73,1 IIAlgo de diversión
  74. IIUn giro en los acontecimientos
  75. IILuchador enjaulado
  76. 76,0 76,1 IINo dejes a nadie atrás
  77. 77,0 77,1 IIAsume la posición
  78. 78,0 78,1 IIDos pájaros, una hoja
  79. 79,0 79,1 IIA quien espera, todo le llega
  80. 80,0 80,1 IISigue el juego
  81. 81,0 81,1 II - La Batalla de Forlì - Una calurosa bienvenida
  82. II - La Batalla de Forlì - Guardaespaldas
  83. II - La Batalla de Forlì - Defender el fuerte
  84. II - La Batalla de Forlì - Padrino
  85. 85,0 85,1 II - La Batalla de Forlì - Checcocidio
  86. II - La Batalla de Forlì - Lejos del árbol
  87. 87,0 87,1 Assassin's Creed II: Discovery
  88. II: DiscoveryIr al gremio de ladrones
  89. 89,0 89,1 II: DiscoveryEncontrar a Cristóbal
  90. 90,0 90,1 II: DiscoveryVolver al gremio de ladrones
  91. 91,0 91,1 II: DiscoveryIr con Santángel y Cristóbal
  92. II: DiscoveryEncontrar el atlas de Cristóbal
  93. 93,0 93,1 II: DiscoveryLlevar el atlas al puerto
  94. II: DiscoveryHallar el gremio de Asesinos
  95. 95,0 95,1 II: DiscoveryEscapar de la emboscada
  96. II: DiscoveryAsesinar a Gaspar Martínez
  97. 97,0 97,1 II: DiscoveryRescatar al Asesino
  98. II: DiscoveryEncontrar a Pedro Llorente
  99. II: DiscoveryRescatar Asesinos cautivos
  100. 100,0 100,1 II: DiscoveryRescatar último Asesino cautivo
  101. 101,0 101,1 II: DiscoveryAsesinar a Pedro Llorente
  102. II: DiscoveryVolver con Sánchez
  103. 103,0 103,1 II: DiscoveryEliminar la presencia templaria
  104. II: DiscoverySalvar a los ciudadanos
  105. 105,0 105,1 105,2 II: DiscoverySobrevivir a la emboscada
  106. 106,0 106,1 Assassin's Creed - Película
  107. II: DiscoveryAsesinar al espía templario
  108. 108,0 108,1 II: DiscoveryInformar de la muerte del espía
  109. 109,0 109,1 II: DiscoveryEntrar en la ciudad de Granada
  110. II: DiscoveryInfiltración en la Alhambra
  111. 111,0 111,1 II: DiscoveryEncontrar al rey Boabdil
  112. II: DiscoveryEscapar de la torre
  113. II: DiscoveryAbrir las puertas de palacio
  114. 114,0 114,1 II: DiscoveryDetener la quema de la ciudad
  115. II: DiscoveryProteger a los ciudadanos
  116. II: DiscoveryAsesinar a Juan de Marillo
  117. II: DiscoveryEncontrar a Cristóbal (2)
  118. 118,0 118,1 II: DiscoveryEliminar a los inquisidores
  119. II: DiscoveryRescatar a Rafael Sánchez
  120. 120,0 120,1 120,2 II: DiscoveryEntrar en casa de Torquemada Error en la cita: Etiqueta <ref> no válida; el nombre «Entrar en casa de Torquemada» está definido varias veces con contenidos diferentes
  121. 121,0 121,1 IILa Hoguera de las VanidadesEl fiasco fiorentino
  122. IILa Hoguera de las VanidadesSigue vivo
  123. IILa Hoguera de las VanidadesDe rango en rango
  124. IILa Hoguera de las VanidadesCura preventiva
  125. IILa Hoguera de las VanidadesCada vez más alto
  126. IILa Hoguera de las VanidadesLos últimos sacramentos
  127. IILa Hoguera de las VanidadesAutoridades del puerto
  128. IILa Hoguera de las VanidadesTrabajo de campo
  129. IILa Hoguera de las VanidadesEl archienemigo
  130. IILa Hoguera de las VanidadesEl día de la condenación
  131. 131,0 131,1 La HermandadAños de amor perdidos
  132. IILa Hoguera de las VanidadesPoder para el pueblo
  133. IILa X marca el lugar
  134. 135,0 135,1 135,2 135,3 135,4 IIEn la boca del lobo
  135. La HermandadSe acabó la misa
  136. La HermandadLa vuelta a casa
  137. La HermandadR Y D
  138. La HermandadPaseo a caballo
  139. La HermandadPráctias de tiro
  140. La HermandadLa reunión
  141. 142,0 142,1 La HermandadVilipendiado
  142. 143,0 143,1 La HermandadSalida de emergencia
  143. La Hermandad - Conversaciones del siglo XXI
  144. 145,00 145,01 145,02 145,03 145,04 145,05 145,06 145,07 145,08 145,09 145,10 145,11 145,12 145,13 145,14 145,15 145,16 145,17 145,18 145,19 145,20 Assassin's Creed: La Hermandad - Novela
  145. La Hermandad - Como nuevo...
  146. La Hermandad - Bien ejecutado
  147. 148,0 148,1 La Hermandad - Un hombre nuevo en la ciudad
  148. La Hermandad - Manirroto
  149. La Hermandad - El correo
  150. La Hermandad - Que viene el lobo
  151. La Hermandad - En la oscuridad
  152. 153,0 153,1 La Hermandad - En lo profundo de Roma
  153. La Hermandad - Negociaciones tensas
  154. La Hermandad - Disputa por la propiedad
  155. La Hermandad - Las viejas costumbres
  156. La Hermandad - Disputa por la propiedad
  157. La Hermandad - Entre la roca y la pared
  158. 159,0 159,1 La Hermandad - Agente doble
  159. La Hermandad - La Conspiración de Copérnico - Falsa Censura
  160. La Hermandad - La Conspiración de Copérnico - Fuera de órbita
  161. La Hermandad - La Conspiración de Copérnico - Los intelectuales
  162. La Hermandad - La Conspiración de Copérnico - Título honorífico
  163. La Hermandad - La Conspiración de Copérnico - Reparto rápido
  164. La Hermandad - La Conspiración de Copérnico - El hombre de rojo
  165. La Hermandad - La Conspiración de Copérnico - Blanco perfecto
  166. 167,0 167,1 La Hermandad - La Conspiración de Copérnico - Cierra el libro
  167. 168,0 168,1 La Hermandad - Información colectiva
  168. La Hermandad - Mujer fatal
  169. La Hermandad - La carga que llevamos
  170. La Hermandad - El guardián de Forlì
  171. 172,0 172,1 La Hermandad - Un hombre del pueblo
  172. Assassin's Creed: Project Legacy
  173. La Hermandad - Delincuente reincidente
  174. La Hermandad - Mercancía humana
  175. La Hermandad - Una visita inesperada
  176. 177,0 177,1 La Hermandad - El plan
  177. 178,0 178,1 La Hermandad - Saldar la deuda
  178. La Hermandad - Sigue al dinero
  179. La Hermandad - Dentro de Roma
  180. La Hermandad - Metidos en faena
  181. La Hermandad - Rastro de papel
  182. La Hermandad - El protector
  183. La Hermandad - El asunto francés
  184. La Hermandad - Caballo de Troya
  185. La Hermandad - Au revoir
  186. 187,0 187,1 La Hermandad - Arreglando la fuga
  187. La Hermandad - Y entonces llegó la nada
  188. La Hermandad - Salida del escenario
  189. 190,0 190,1 La Hermandad - Intervención
  190. 191,0 191,1 191,2 La HermandadAscensión
  191. La HermandadRequiem
  192. 193,0 193,1 La HermandadUna fruta al día
  193. La HermandadEl fruto del Edén
  194. La HermandadDesmilitarización
  195. La HermandadVer en rojo
  196. 197,0 197,1 La HermandadTodos los caminos llevan a...
  197. 198,0 198,1 198,2 198,3 La Hermandad - La desaparición de Da Vinci - Una tirada a los dados
  198. 199,0 199,1 La Hermandad - La desaparición de Da Vinci - Aquel que ya no está
  199. La Hermandad - La desaparición de Da Vinci - El recuerdo
  200. 201,0 201,1 La Hermandad - La desaparición de Da Vinci - Buen viaje
  201. La Hermandad - La desaparición de Da Vinci - Invitación en el último...
  202. 203,0 203,1 La Hermandad - La desaparición de Da Vinci - El asunto Ezio Auditore
  203. La Hermandad - La desaparición de Da Vinci - El código da Vinci
  204. 205,0 205,1 205,2 La Hermandad - La desaparición de Da VinciEl templo de Pitágoras
  205. 206,0 206,1 206,2 La HermandadPax Romana
  206. La HermandadLa semilla
  207. 208,0 208,1 208,2 208,3 208,4 208,5 208,6 208,7 208,8 Assassin's Creed: Revelaciones
  208. 209,0 209,1 RevelationsEl colgado
  209. RevelationsEscape por los pelos
  210. RevelationsUna especie de diario
  211. RevelationsUn trayecto complicado
  212. RevelationsEl águila herida
  213. 214,0 214,1 RevelationsUn caluroso recibimiento
  214. RevelationsMejora y explora
  215. RevelationsEl gancho
  216. RevelationsLa vista desde el Gálata
  217. RevelationsTácticas avanzadas
  218. RevelationsA la defensiva
  219. RevelationsAl ataque
  220. RevelationsEl prisionero
  221. RevelationsEl centinela, 1ª parte
  222. RevelationsContratos de gremio
  223. RevelationsElaboración de bombas
  224. RevelationsUn rostro familiar
  225. RevelationsLa Cisterna Basílica
  226. 227,0 227,1 RevelationsQuid pro quo
  227. RevelationsEl guardián del Mentor
  228. RevelationsMaldición gitana
  229. RevelationsEn boca cerrada...
  230. RevelationsHijo desventurado
  231. RevelationsEl centinela, 2ª parte
  232. RevelationsEl banquete del príncipe
  233. RevelationsUna reunión incomoda
  234. RevelationsLa cuarta parte del mundo
  235. RevelationsSeñales y símbolos, 1ª parte
  236. RevelationsTorre del Gálata
  237. RevelationsEl velatorio del mentor
  238. RevelationsLos jenízaros
  239. RevelationsLas puertas del arsenal
  240. RevelationsInfiltración en el arsenal
  241. RevelationsRetrato de una dama
  242. RevelationsSeñales y símbolos, 2ª parte
  243. RevelationsEl foro del buey
  244. RevelationsUn nuevo régimen
  245. RevelationsHacia las sombras
  246. RevelationsHonor, perdido y ganado
  247. RevelationsPortador de buenas y malas nuevas
  248. RevelationsUn recadillo
  249. RevelationsSeñales y símbolos, 3ª parte
  250. RevelationsLa torre de la doncella
  251. RevelationsEl regreso del mentor
  252. Revelations - Hacerse a la mar
  253. Revelations - La ciudad escondida
  254. Revelations - La espía que me rechazó
  255. Revelations - El renegado
  256. Revelations - Desmantelado
  257. Revelations - El último Palailogos
  258. Revelations - Huida
  259. Revelations - Pasar el testigo
  260. Revelations - Descubrimiento
  261. Revelations - Descubrimiento
  262. Revelations - El final del camino
  263. 264,0 264,1 Revelations - Vuelta a casa
  264. Assassin's Creed
  265. 266,0 266,1 266,2 Assassin's Creed: Reflections
  266. 267,0 267,1 Assassin's Creed Chronicles China
  267. Assassin's Creed: The Fall
  268. Assassin's Creed: The Chain
  269. Assassin's Creed: La Hermandad - La desaparición de Da Vinci
  270. Assassin's Creed III
  271. Assassin's Creed IV: Black Flag
  272. Assassin's Creed: Rogue
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